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miércoles, 14 de junio de 2023

Día de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía

 

El día 14 de junio celebramos el Día de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. El objetivo de esta celebración es concienciar a la ciudadanía para entender nuestro presente y valorar las aportaciones de las generaciones anteriores a los principios democráticos actuales, así como la responsabilidad de las nuevas generaciones en la defensa de los derechos humanos y la solidaridad entre personas y pueblos.

La Instrucción 11/2019, de 7 de junio de 2019, de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, establece que los centros educativos andaluces celebrarán el día 14 de junio de cada año como Día de la Memoria Histórica y Democrática.

Más información aquí.


miércoles, 26 de abril de 2023

Aniversario del Bombardeo de Guernica

 


El 26 de abril de 1937, durante la guerra civil española, Guernica fue bombardeada por los ejércitos alemán e italiano, en apoyo al bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República. Este hecho inspiró a Pablo Picasso para pintar su obra ‘Guernica’, que  se ha convertido progresivamente en un icono por la Paz.



martes, 14 de junio de 2022

Sevilla en la Memoria en el S XX. Memoria Democrática

Hoy 14 de junio, Día de la Memoria Histórica Andaluza, ponemos en valor el magnífico trabajo llevado a cabo por el Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Pedagógica Social de la Facultad de Ciencias de la Educación (US), sobre Memoria Histórica Democrática.









jueves, 5 de agosto de 2021

En Memoria de las 13 Rosas

 

La madrugada del 5 de agosto de 1939, en una de las tapias del cementerio de la Almudena de Madrid, trece mujeres, de entre 18 y 29 años, fueron fusiladas por la policía franquista. Solamente dos días antes habían tenido un juicio sumarísimo en el que fueron acusadas de actividades clandestinas en contra del régimen recién instalado en el poder después de tres años sangrientos de lucha fraticida.

 Aquellas trece jóvenes pasarían a la historia como Las Trece Rosas. La gran mayoría eran muchachas que trabajaban como costureras y que, de un modo u otro, estaban relacionadas con los partidos de izquierdas y habían colaborado en el frente republicano con sus familiares o amigos.

En su Memoria y en el todas mujeres represaliadas en la Dictadura.


lunes, 14 de junio de 2021

Las 'malas mujeres' para el franquismo: un estudio documenta al menos 800 represaliadas en Córdoba tras la Guerra Civil

Mujeres rapadas en Montilla y obligadas a hacer el saludo fascista, en una imagen localidad por Arcángel Bedmar

Fuente: Cordópolis

Los perdedores de la Guerra Civil, aquellos que combatieron en el bando republicano, que se significaron políticamente durante los años anteriores o que simplemente no eran afectos al nuevo régimen, sufrieron una terrible represión física, moral y económica que está ampliamente documentada. La mayor parte de la historiografía ha centrado su trabajo en sus protagonistas, en su inmensa mayoría hombres. Pero la represión aplicó un castigo especial a las mujeres, que condicionaban una doble discriminación: "rojas" y mujeres. La historia no les ha prestado tanta atención como a los hombres. De hecho, su represión no está tan documentada. Muchas ni siquiera pasaron por consejo de guerra y otras eran abusadas o violadas, delitos que no dejaban huella penal y en la mayoría de las ocasiones ni siquiera un testimonio oral.

Una historiadora cordobesa, Carmen Jiménez Aguilera, ha documentado ampliamente cómo fue la represión hacia estas "malas mujeres" en la provincia de Córdoba, donde ha logrado identificar al menos 800 casos, pero reconoce que son "muchos más" por la falta de huella documental. Aguilera comenzó a investigar la represión económica con una beca en el departamento del profesor Antonio Barragán, en la Universidad de Córdoba. "Ahí empecé ahí a acercarme a las mujeres", explica. "Pero esto es un atisbo. Es ingente", detalla.

"Las mujeres como objeto de estudio en la represión no se había tratado nunca", solo "de forma anecdótica, alguna mujer dirigente, la excepción", relata, al tiempo que concreta que "la represión femenina es igual que la de los hombres" pero con algunas diferencias: "se juzga a mujeres en Consejos de Guerra que ni siquiera han cogido un arma, anteponiendo la jurisdicción militar por encima de la civil".

"Es una cantidad enorme de mujeres represaliadas", ha llegado a documentar Carmen Jiménez Aguilera, que cifra al menos en 800 de la capital y de la provincia. "Desde que se crea el Consejo de Guerra permanente de Córdoba en marzo de 1937 se juzga a hombres pero también a mujeres", detalla. Algunas han sido destacadas militantes de la izquierda o del feminismo. Otras simplemente rompían con los esquemas de lo que para los golpistas deberían ser una buena mujer. Y otras eran familiares de republicanos, habían actuado con humanidad o simplemente prestaban ayuda a la guerrilla o a los defensores de la República.

"Se emplea sobre ellas una violencia igual en lo esencial a la de los hombres, pero distinta en su aplicación y su fin. Las técnicas propias de la represión femenina, de la violencia de género, se harán patente durante estos años del franquismo, ya sea a través del escarnio público (aceite de ricino y posterior paseo por el pueblo), o con toda una retahíla de delitos tipificados como propiamente femeninos por el nuevo Estado", detalla Carmen Aguilera en su estudio, titulado Las pasionarias de Córdoba. Mujer y represión 1936-1945.

La "represión física" en Córdoba capital comienza prácticamente el 18 de julio de 1936. Jiménez Aguilera ha documentado la cantidad de mujeres fusiladas y enterradas en las fosas comunes de los dos cementerios de la ciudad, la Salud y San Rafael. "Se ha hablado de la eliminación de las mujeres y el fusilamiento por su relación con familiares, pero hay otras a las que se las coge por ser ellas mismas", explica. De hecho, ha documentado el testimonio de la nieta de una mujer enterrada en la Salud. "A su abuela la cogieron por vender prensa comunista. Las cogen por lo que ellas mismas representan", explica. 

La provincia de Córdoba estuvo partida por la mitad durante la Guerra Civil. Especialmente el norte se mantuvo dentro de la legalidad republicana. La capital, al principio, y muchos pueblos del sur fueron cayendo uno tras otro durante los primeros meses de la guerra. Eso hace que la represión sea distinta. Durante el conocido como "verano caliente", se fusila de una manera sistemática a todas las personas no afines al nuevo régimen. Carmen Jiménez detalla que a partir de 1939, cuando cae el norte de Córdoba, las mujeres son represaliadas a través de consejos de guerra.

Mujeres de Hinojosa en la prisión de Oviedo.

El origen está en muchas ocasiones en cómo la mujer, durante los años previos a la guerra pero especialmente durante la II República, empieza a ser un objeto activo de la vida pública y la política. En 1934 se aprueba el voto femenino. Aunque antes ya había muchas mujeres movilizadas políticamente y que luchaban por sus derechos, es a partir de 1934 cuando incluso la prensa comienza a dirigirse a ellas. "Es el germen, ese año, del grupo de Mujeres Antifascistas", explica.

De hecho, "en Córdoba tenemos a la primera concejala, Antonia Fernández Serván, del Frente Popular. Formó gobierno con el alcalde socialista Manuel Sánchez Badajoz. Fue comunista", explica Jiménez, quién ha rescatado su historia, absolutamente olvidada en el Ayuntamiento de Córdoba. En su toma de posesión, el propio Sánchez Badajoz "cambia el discurso y comienza diciendo mujeres cordobesas. La mujer ya había entrado de lleno en la política".

Este grupo de Mujeres Antifascistas va a tener participación muy importante en la Guerra Civil. "Se consolidan como una de las principales asociaciones en el norte de Córdoba. Organizan la retaguardia. Refugiados que llegan a miles a la zona norte de Córdoba. Son ellas las que organizan con el Socorro Rojo", explica Jiménez. Antonia Fernández no llegó a ser represaliada. Logró huir de Córdoba con su marido, el también concejal Aurelio Serván. Y no volvieron.

La primera concejala en el Ayuntamiento de Córdoba

Otra mujer muy politizada es Encarnación Juárez Ortiz, que se fue a la zona de Jaén. "Luchó durante toda la guerra. Fue detenida, pasó por Consejo de Guerra, le echaron 20 años y una vez que salió de la cárcel" volvió a militar en la clandestinidad en el PCE. Pero al final del franquismo volvió a ser detenida al caer en una redada. Eso demuestra cómo la represión a las mujeres también se alargó hasta prácticamente el final del franquismo.

El trabajo de estas mujeres en el norte de Córdoba es clave, algo que Jiménez ha estudiado con Manuel Vacas Dueñas en Mujer y represión en el norte de Córdoba. "También hubo mujeres milicianas en el norte de Córdoba. La prensa se hace eco y vemos muchas fotos de mujeres en el frente de Córdoba. En los consejos de guerra se les acusa de ser milicianas. Se le acusa de haber hecho guardias con los presos de derechas. De haberlos insultado, un delito típicamente femenino" como lo consideraba el franquismo, explica la investigadora de la Universidad de Córdoba.

Durante el "verano caliente" se documenta el fusilamiento de unas 300 mujeres. Pero Jiménez cree que son muchas más "de las que no se tiene registro". Hay algunas que aparecen en los cementerios simplemente con su mote. El bando de guerra se aplica por igual en muchos municipios de la provincia que van cayendo en manos de los golpistas. "La orden es exterminar todo abismo de oposición", relata.

Estas mujeres "no entraban en los cánones de los golpistas". Eran "malas mujeres". Muchas ejercían como comadronas. De hecho, hay un grupo importante de parteras a las que se liquida. También muchas profesoras, esa impresionante labor pedagógica que intentó la II República para alfabetizar a la población. En una aldea de Belmez por ejemplo se represalia a una profesora que había llegado de Burgos, a la que despojan de su profesión, que no puede volver a ejercer. "No perdieron la vida pero la separaron de su carrera de Magisterio". 

"La represión no solo se quedó en la eliminación física", explica la investigadora. "El estigma de la mujer roja que era lo peor de lo peor en el pueblo", por ejemplo. A muchas se las rapa, se les da aceite de ricino y se les pasea por las calles para que se hagan sus necesidades encima, como la imagen que recientemente publicó el investigador Arcángel Bedmar de mujeres en Montilla. A otras se les separaba de sus hijos.

Las "mujeres rojas"

Las "mujeres rojas" de los pueblos "sufrieron doblemente, atendían a la familia y al marido preso. Esa represión no es cuantificable. ¿Cuántas mujeres de presos, o hijas de presos hubo? ¿O la violencia sexual? Las mujeres se avergonzaban de contarlo", explica. 

"O el testimonio de una mujer de Villanueva de Córdoba, esposa del guerrillero el Perica. La cogieron presa y se la llevaron al cuartelillo. Estaba embarazada y le pegaron una paliza, la torturaron, se la llevan de madrugada al cementerio y simulan que la fusilan", relata. 

Aunque pasó el verano caliente, los fusilamientos a mujeres llegan incluso al final de la guerra. Es el caso de Pozoblanco, un 23 de marzo de 1939. "Resiste hasta el final una mujer que antes de fusilarla es paseada" rapada y con aceite de ricino. "Su padre vendía prensa roja. Era un quiosquero". Ese era su delito.

También hay muchas reprimidas por dar apoyo a los maquis. "Es el caso de la partida de Los Juubiles", una famosa partida de Montoro, Bujalance y Adamuz. A las mujeres que los apoyan también las condenan e incluso reciben su apodo, "Las Jubilas".

"Pero la mujer entró en política para quedarse", concluye Carmen Jiménez. A pesar de la terrible represión sufrida, muchas de las que sobrevivieron se volvieron a organizar, incluso en la clandestinidad. Y poco a poco fueron recuperando derechos.

miércoles, 2 de junio de 2021

Vivir para contarlo: las supervivientes españolas de los campos de exterminio nazi


Fuente: Público / Juan Losa 

Entre los miles de prisioneros que padecieron humillaciones durante su estancia en los campos de concentración del Tercer Reich había un grupo de mujeres españolas defensoras acérrimas de la democracia, la justicia social y la igualdad. La periodista Mónica G. Álvarez recupera su historia de lucha en 'Noche y niebla en los campos nazi'.

Fueron 132.000 las mujeres que pasaron por aquel infierno. Venían de una cuarentena de países, venían de ser humilladas y se enfrentaban a lo que intuían sería su penúltima escala; el campo de concentración de Ravensbrück. De ahí  viajarían a otros campos y Kommandos de Alemania, Polonia o Austria, como Saarbrücken, HASAG-Leipzig, Mauthausen o Bergen-Belsen.

Una topografía del horror por la que discurrieron un grupo de cuatrocientas españolas. Mujeres que tomaron partido en un momento en el que no valía ponerse de perfil y que pagaron, con creces, las consecuencias. Vidas rotas por la ignominia totalitaria cuyo compromiso con la libertad y la democracia no cesó tras el cautiverio nazi. 

"La gran mayoría de estas mujeres compartían ideales socialistas o comunistas, su compromiso con la libertad y la igualdad era inquebrantable, fueron y son todo un ejemplo de lucha contra la opresión y el fascismo", explica a Público Mónica G. Álvarez, autora de Noche y niebla en los campos nazis (Espasa), un ensayo periodístico que recompone las vidas de once de aquellas mujeres que lograron sobrevivir y dedicaron parte de su vida a que nadie olvidara aquello.

Mónica dedica cada capítulo del libro a una superviviente: la gijonesa Olvido Fanjul Camín; las zaragozanas Elisa Garrido Gracia y Alfonsina Bueno Vela; la tarraconense Neus Català Pallejà; la murciana Braulia Cánovas Mulero; la francesa de origen turolense Elisa Ricol López; la madrileña Constanza Martínez Prieto; la barcelonesa Mercedes Núñez Targa; la ilerdense Conchita Grangé Beleta; la bilbaína Lola García Echevarrieta, y la transilvana de origen judío Violeta Friedman.

Mujeres que fueron capturadas por sus ideales de izquierda tras luchar en España contra el fascismo y huir principalmente a Francia para participar en la Resistencia como miembros destacados. Su función fue clave para que sus camaradas masculinos pudieran operar.  En su lucha no les hizo falta empuñar un arma, pero sí saber combinar una vida cotidiana que les permitiera pasar desapercibidas con la complejidad de trabajar para la Resistencia.

"La mayoría de ellas se metieron en la Resistencia francesa huyendo de Franco, se habla mucho del papel que jugaron los hombres pero no tanto de las mujeres, y lo cierto es que ellas se exponían tanto como ellos, hacían las veces de enlace de correo, ayudaban a sus camaradas a cruzar la frontera con Francia, los ocultaban en sus casas, hacían de enfermeras", explica Mónica.

El infierno empezaba con la deportación. Para los nazis, las mujeres dejaban de ser personas y se convertían en números de identificación que se agrupaban por barracones, según su condición de prisioneras: judías, gitanas, homosexuales, testigos de Jehová, delincuentes comunes, presas políticas... Un viaje camino de la deshumanización en el que las despojaban de sus ropas, las rapaban y las privaban de su identidad.

"Sufrieron una doble victimización –prosigue Mónica–, por el hecho de ser mujeres y apenas haber sido reconocidas pese a que su labor fue fundamental, y porque ellas sufrieron tanto o más que los hombres en los campos de concentración. No podemos olvidar que sus cuerpos, y los cuerpos de los niños, fueron las dos bazas de los nazis para experimentar". 

Una experimentación que, como explica la periodista, fue lo que, a la postre, les permitió a muchas de ellas sobrevivir en aquel infierno. "Utilizaban cualquier utensilio, cualquier bacteria, cualquier líquido para eliminar la menstruación de la mujer, para vaciarles el útero y evitar que tuvieran hijos si se quedaban embarazadas, dado que muchas de ellas eran violadas por los guardias nazis". 

"El hecho de no menstruar les permitió sobrevivir, no perder esa fortaleza física que provoca la regla, esto es algo que ellas tristemente entendieron y que les permitió salir adelante", confiesa la autora de Amor y horror nazi

"Ellas fueron nuestras resistentes"

La historiografía hace lo que puede por cercar un nivel de abyección nunca visto en la historia de la Humanidad. Lo que ocurrió en aquellos campos, el grado de planificación y perfeccionamiento en materia de crueldad que se vivió aquellos años no puede quedar en el olvido. Por eso es tan importante el testimonio de vida de estas once mujeres rescatadas por Mónica G. Álvarez.

"Ellas fueron nuestras resistentes, ellas le plantaron cara a la injusticia y al fascismo, si no alzamos la voz por estas mujeres su labor será en vano, nuestros jóvenes tienen que conocer su historia para que no se vuelva a repetir algo así, a fin de cuentas ellas dieron su vida de forma altruista, porque no luchaban por su libertad, sino por la libertad de todos nosotros".

lunes, 12 de abril de 2021

Rapados por "invertidos y rojos" tras la victoria golpista en la guerra civil

Fuente: María Serrado / Público

En la España en guerra del verano del 36 no resultó fácil documentar la represión invisible de palizas, rapado y la purga de aceite de ricino. Estos hechos, simplemente se anularon, se borraron del mapa. Sin embargo, han podido llegar hasta nuestros días legajos, testimonios que evidencian aquellas formas de castigo que se usaron específicamente contra mujeres. Y que los archivos han revelado que también se materializaba, en algunas ocasiones, en hombres. Existen escasas fotografías que reflejen esta humillación en "aquellas rapadas" y en casi ningún caso se muestra en el ámbito masculino cuando el fascismo intentaba cuestionar la dignidad de las víctimas, deshumanizarlas, dejarlas sin identidad. Unas veces por "rojos", otras por "invertidos" o simplemente por no apoyar al nuevo régimen militar que se empezó a gestar aquellos días.

Pura Sánchez, historiadora y autora del libro Individuas de dudosa moral que sufrieron aquella represión de género, señala a Público que existía "la necesidad de dar castigo ejemplar eliminando un rasgo esencial de identidad como era el cabello para las mujeres". Un componente deshumanizador que también afectaría a los hombres. "Se trata de un elemento identitario para desvirtuarlos como personas sin llegar a reconocerse ellos mismos".

En los archivos militares hay casos de rapados. Muy escasos en comparación con los de mujeres, pero existen. "El régimen buscaba el sometimiento, la vergüenza pública con el ricino en aquellos paseos infames". Esta herramienta podía llegar a usarse con homosexuales, tal y como destaca Pura, "para una humillación por su condición sexual y para cuestionar su virilidad por el hecho de darles el mismo castigo que a aquella feminidad que consideraban tóxica".

Montilla, 1936: el director de orquesta que vio, rapado, cómo pelaban y humillaban a todas sus alumnas

La famosa foto de las mujeres rapadas en Montilla es un retrato esclarecedor de aquella violencia denigrante. "Un único hombre y veinte mujeres, la mayoría jóvenes de poco más de 13 años de edad, que pertenecían al grupo de canto que ensayaba en la Casa del Pueblo", relata Arcángel Bedmar, historiador especialista de la represión en la zona. El director de orquestas, Joaquín Gutiérrez Luque, conocido con el apodo de 'El Bartolo' aparece tímidamente en la foto. Enseñó durante la República canto a estas jóvenes y fue sometido a un castigo ejemplar. El régimen quería señalarlo por lo que para ellos era "un músico que había dado alas a aquellas mujeres libres".

Joaquín tuvo que presenciar cómo las paseaban purgadas por la calle ante el espanto y la risa de sus verdugos. No se conoce si él las tuvo que acompañar en aquel paseo. La foto muestra la risa y el espanto de las alumnas y su maestro mientras levantaban el brazo. Gutiérrez Luque tiene pelada la mitad de la cabeza. Suficiente para quedar relegado en la nueva sociedad, aunque hoy el pueblo le ha rendido homenaje con una calle en el municipio.

Bedmar documenta más casos de humillación en la aldea de las Navas del Selpillar por falangistas en Lucena (Córdoba). Arcángel recuerda a Público cómo, al mando del teniente Luis Castro Samaniego y de varios terratenientes, se amedrentó a la población con todas las herramientas posibles. Al Secretario del centro obrero, Adolfo López de los Ríos, "le obligaron a pelar a siete mujeres y después lo raparon a él y le afeitaron las cejas, pero consiguió sobrevivir". Otros, afirma el investigador, como es el caso del primer alcalde republicano de la aldea, Antonio Cortés, tuvo que huir antes de que la única represalia no fuera la humillación ni el ricino.

Las rencillas nunca dejaron vivir en paz a Antonio (nombre ficticio) en Posadas

"En Posadas, otro pueblo de Córdoba, hubo hechos muy violentos tras el golpe de Estado, y como represalia los franquistas fusilan allí a varias personas, incluso vecinos de otros pueblos", apunta Julio Guijarro, historiador, que ha documentado el informe del caso de Antonio, que también sufrió la vergüenza de ser rapado y obligado a tomar aceite de ricino en medio del "resentimiento acumulado" al finalizar la guerra en su pueblo.

"Se trataría de una manera de ajustar cuentas, de poner en práctica una justicia paralela a la militar, la única permitida por el régimen", destaca Guijarro. Y "mucho más difícil de evidenciar en el caso de los hombres, que también pasaron por estas vejaciones y que apenas se conocían".

El caso se encuentra en los archivos por la denuncia de un Guardia Civil franquista al final de la guerra en la primavera de 1939. "Se demuestra que un grupo de falangistas maltrató, rapó y dio ricino a varios hombres que vuelven a casa al terminar la guerra", entre ellos Antonio que no fue la única humillación a la que fue sometido. "El ricino no les bastó. Le obligaban a rezar de rodillas, de día y a la vista de todos, ante la Cruz de sus Caídos que estaban construyendo". Además, tuvo que soportar "cada noche intentos de pegarle y matarle en el calabozo".

Guijarro apunta que dejaban mechones y daban ingesta de purgante a varios, no solo a Antonio. "Aunque el procedimiento es contra una persona la denuncia es de varios" que busca poner de costumbre el pelado, ricino, y rezar sobre la Cruz de los Caídos. Guijarro concluye que a pesar de que se abren "diligencias previas para investigar los casos, serán sobreseídas por el auditor sin responsabilidad para los autores, tras demostrarse los hechos ante juez militar".

Cuando el rapado y ricino se acercaba algún derechista como "escarmiento"

El historiador Francisco Espinosa revela a Público que "existen varios casos de derechistas a los que le dieron ricino", como fue el caso en Mérida de J.B.S por su escaqueo a la hora de dar dinero a la causa del régimen. "A un hombre de derechas no le pueden hacer nada grave porque no lo podían permitir, le daban un vaso de ricino como una represalia más suave".

El caso del sastre Antonio Luque Martínez, tal y como evidencia Espinosa, señala las formas de actuación de Falange en el verano del 36 en sus oficinas de la época, hoy Pabellón de Brasil en Sevilla. "Luque fue otro caso de rapado de cabeza y cejas y purgado con ricino", otra ocasión que pone en escena "cómo afectaron a alguien cercano a la sublevación".

El rapado y ricino no se escapaba de la represión a homosexuales

José María García Márquez rescataba del archivo un legajo de los "paseos" que se daban en Almonte. "Las mujeres peladas eran rojas y los hombres invertidos y rojos. No se les fusiló a ninguno de estos y solo se les hacía a ellos y a ellas comparecer cada día en el cuartel de Falange".

Este instrumento de represión femenina era usado para reconocer la condición homosexual de los hombres. No se pueden contabilizar pero los testimonios orales revelan que en otros pueblos como Ayamonte (Huelva) se encontraron a más de una mujer que eliminar, también raparon y humillaron con ricino a algunos hombres por su condición sexual, además de ser acusados de pertenecer a la logia masónica.

El caso de Isidro Fernández, Secretario General de Izquierda en el El Rocío, sufrió todas las vejaciones posibles para escarnio público. Los testimonios orales cuentan cómo a Isidro lo maltrataron, lo vejaron junto a otros vecinos. Pedían voluntarios para fusilarlos. Hasta ofrecían comida vino y comida por cometer la atrocidad. Antes de fusilarlo, Isidro fue rapado y purgado con ricino. Aunque en los papeles prometía que no se fusilaría a nadie, Isidro es asesinado en septiembre del 36 con 41 años de edad.

 

viernes, 12 de febrero de 2021

V Marcha Virtual en homenaje a las víctimas de La Desbandá

Cartel de esta marcha virtual.


La Asociación sociocultural (ASC) La Desbandá y el Club Senderista La Desbandá comunicó hace unos días a la sociedad que ante la situación de Pandemia, agravada en la tercera ola por la que estamos atravesando, "nos vemos obligados a suspender la 'V Marcha Integral de La Desbandá de Málaga a Almería'".

Con tristeza, esta asociación ha tenido que tomar esta medida para salvaguardar la salud de todos los participantes. "Seguiremos trabajando para que nuestro homenaje a las miles de víctimas de la carretera de la muerte, no quede un año sin recordar, sin conmemorar, sin olvidar", indicaron a través de una nota.

Esta cita hubiese comenzado ayer, domingo 7 de febrero. "Ya deberíamos estar andando por la carretera de la muerte, haciendo memoria y homenaje a las víctimas del mayor genocidio ocurrido en nuestro país", explicaron desde la asociación. "Han sido cuatro años recorriendo la carretera, cada vez con mayor participación y con más fuerza para continuar trabajando por los objetivos que nos propusimos desde el primer momento y a pesar de las circunstancias por las que atravesamos, no queremos quedarnos quietos y por ello este año ya caminamos de forma virtual para seguir siendo referentes del homenaje a las mujeres, ancianos y niños, víctimas de la Desbandá".

Esta programación online, que comenzó este citado 7 de febrero, se mantendrá hasta el próximo domingo día 14. En horarios de 10:00 A 12:00 horas, por las mañanas; de 16:00 a 18:00 horas, por las tardes; y de 19:00 a 20:30 horas, por las noches.

En concreto, por las mañanas se reproducen vídeos de hitos de memoria de la Desbandá con testimonios de supervivientes grabados, todos ellos en sesiones de 30 a 45 minutos de duración. Por las tardes se reproducen crónicas del compañero Manolo García, con apoyo de videos de compañeros/as de la Desbandá también en sesiones de 30 a 45 minutos. Y por las noches, distintos documentales y charlas-debates.

Esta organización se ha realizado "para no dejar un año sin recordar la Desbandá y seguir dando a conocer, difundir a la población andaluza, española y mundial la masacre cometida en febrero del 37 a las más de 190.000 personas: mujeres, ancianos/as y niños/as indefensas que huían del terror fascista".

La asociación ya está inmersa en la preparación del primer Congreso Internacional de la Desbandá. Y, por otra parte, en la elaboración del sendero digital de la Desbandá. Desde el organismo quisieron agradecer a todas las instituciones, entidades y organizaciones que colaboran con la Desbandá. "Igualmente a todas las personas que, en principio se inscribieron para realizar la marcha, como a aquellas que nos siguen a través de las redes", finalizaron.

miércoles, 10 de febrero de 2021

En Memoria de las víctimas de la Masacre en la carretera Málaga-Almería

Este mes de febrero, recordamos uno de los acontecimientos más sangriendo y espantosos de la Guerra Civil: "La huía". 300.000 civiles eran bombardeados por militares franquistas cuando trataban de llegar a Almería desde Málaga.

👉 Escúchalo aquí 📻 Nieves Concostrina en ‘Acontece, que no es poco’. CADENA SER

Y a continuación el testimonio de Andrés, que a sus 95 años es uno de los últimos supervivientes de esta masacre

jueves, 22 de octubre de 2020

Tertulias en Onda con Café. El Silencio de Otros

 


En nuestro espacio radiofónico Tertulias en Onda con Café , realizado por  Movimiento contra la Intolerancia y subvencionado por la Junta de Distrito Centro del Ayuntamiento de Madrid, contamos con Almudena Carracedo directora de la película documental 'El Silencio de Otros', invitada a nuestra tertulia para hablar sobre Memoria, Justicia, Dignidad y Reparación.




miércoles, 14 de octubre de 2020

"Billy, el Niño" se estrena en el Festival de Cine de Sevilla


Fuente: Cadena Ser

"Billy,el Niño" nos lleva a la España de finales de los años 60 y la década de los 70 para retratar a Antonio González Pacheco, también conocido como "Billy, el Niño". Fue inspector de policía en la Brigada Político Social. Era la policía secreta que existió en España durante la dictadura de Francisco Franco, encargada de perseguir y reprimir a todos los movimientos de la oposición al franquismo. Fue denunciado por torturas llevadas a cabo en los calabozos de la comisaría de Puerta del Sol de Madrid, cuando era inspector de la Brigada Político Social. Nunca fue juzgado por esos delitos. Murió el pasado mes de mayo por Covid19 en la clínica madrileña de San Francisco de Asís. Padecía insuficiencia renal.

El proyecto de la película que podrá verse en el Festival de Sevilla,  nace a partir de un titular en prensa: “El 30 de abril de 2014, la Audiencia Nacional rechaza la extradición a Argentina de Antonio González Pacheco, alias “Billy el Niño”, argumentando que los delitos de sus torturas durante la dictadura habían prescrito”.

A partir de esta noticia, los promotores del film han querido plantear un viaje al pasado a partir de una veintena de testimonios de las víctimas y supervivientes del policía, entonces en su mayoría activistas universitarios. Cuentan ante la cámara del director y escritor Max Lemcke su experiencia en los calabozos de la Dirección General de Seguridad: entre otros, Chano Galante, Roser Rius, Lidia Falcón, Josefa Rodríguez ‘Asturias’ o Francisco Rodríguez Veloso entre otros

Con uso de abundante material de archivo, Billy pone el foco en la violencia que se vivió en España tras la muerte del dictador Francisco Franco. En palabras del director, “estrenar en Sevilla, arropado por el Festival, va a ser muy importante tanto para la película como para los que han participado en ella. Solamente espero que sirva para construir memoria. Sin memoria no hay futuro posible”.


lunes, 15 de junio de 2020

14 de junio, Día de la Memoria Histórica y Democrática en Andalucía

La Oficina de la Memoria Histórica de Ayuntamiento de Sevilla ha elaborado una propuesta para la conmemoración online de este día para que cualquier persona pueda consultar estos recursos desde casa.
compañeros/as, de acuerdo con la Ley 2/2017 de 28 de marzo, de Memoria andaluza, el próximo día 14 de junio celebramos del Día de la Memoria Histórica y Democrática. El objetivo de esta celebración es concienciar a la ciudadanía para entender nuestro presente y valorar las aportaciones de las generaciones anteriores a los principios democráticos actuales, así como la responsabilidad de las nuevas generaciones en la defensa de los derechos humanos y la solidaridad entre personas y pueblos.
A través de conocimiento de los elementos fundamentales de la memoria democrática vinculados principalmente con hechos que forman parte de la historia de Andalucía es clave para esa concienciación, porque nos permite recordar y honrar a quienes se esforzaron por conseguir un régimen democrático y lucharon contra la Dictadura franquista.
«[...] El conocimiento por un pueblo de la historia de su opresión pertenece a su patrimonio y, como tal, debe ser preservado con medidas apropiadas en el nombre del deber a la memoria que incumbe al Estado. Esas medidas tienen por objeto la finalidad de preservar del olvido la memoria colectiva, principalmente para prevenir el desarrollo de tesis revisionistas y negacionistas [...]»
Principio 2 (El deber de la memoria) del documento de la Comisión de Derechos Humanos «Principios para la protección y la promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad», de la Organización de las Naciones Unidas.

Recursos online para conmemorar el Día de la Memoria Histórica y Democrática

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RUTA VIRTUAL A LUGARES DE LA MEMORIA HISTÓRICA EN SEVILLA

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Represión específica sufrida por las mujeres en Andalucía durante la guerra y el franquismo.

Una investigación rescata del olvido la humillación sufrida por las mujeres
MARÍA SERRANO / 16 Sep 2014

 “No habrá memoria histórica si no hacemos una verdadera investigación de la represión sufrida por las mujeres desde su condición de género. La historia no solo la marcan los fusilamientos y la cárcel” Las catedráticas Cándida Martínez y Lola Ramos ha realizado una investigación única sobre la represión específica sufrida por las mujeres en Andalucía durante la guerra y el franquismo. Su trabajo es uno de los capítulos del libro que va a editar próximamente la Fundación Alfonso Perales ‘La Memoria de Todos’ y ha sido escrito con un visión de género que expone con crudeza el tipo específico de violencia física y psicológica sufrida por las mujeres.

La invisibilidad del sufrimiento de las mujeres impregna incluso los propios estudios sobre la memoria histórica. Si se toman, por ejemplo, como referencia los datos difundidos sobre el número de mujeres fusiladas en Andalucía, la horquilla resulta demasiado amplia: entre un 2 y 5%, que incluiría a las torturadas o encarceladas durante la Guerra Civil en la comunidad. Cándida Martínez, catedrática de  Historia Antigua de la Universidad de Granada, apunta que “aún habría que depurar muchos los datos porque no hay muchas investigaciones hechas como para conocer perfectamente todos los detalles”.

La publicación de este estudio destapa una violencia específica, para muchos desconocida, que permitía al régimen de Franco y a sus artífices “degradar su dignidad como mujeres” con graves ejemplos de violencia. Muchos de estos métodos tenían como objetivo “purificarlas”, atacar su feminidad y utilizar su cuerpo para deshonrar y castigar al enemigo varón. Entre las acciones más habituales: violaciones, tocamientos, purgantes, los paseos con pelo rapado, colocación de moños rojos con la cabeza rapada al cero, abusos sexuales, etc…  “La intención de esta represión era muy distinta a la de los hombres, las humilla y las degrada de mayor manera. Y eso es una tortura específica que forma parte de esa memoria que no se recoge”

Las mujeres de aquella etapa que venían del “bando rojo” eran calificadas en los múltiples informes de “mujeres caídas o desafectas al régimen”. Podían ser esposas de fusilados, haber sido activistas políticas o estar señaladas por tener algún miembro de la familia en la cárcel. Eran juzgadas como peligrosas activistas y en algunas ocasiones fueron juzgadas por la militancia de sus familiares. Llevaban el peso del control social que ejercía el régimen sobre su género, unido a una responsabilidad “transferida” por los familiares que tenían huidos. Solo por este motivo podían recluirlas largos años en la cárcel, en graves condiciones de higiene y salud.

Informes psiquiátricos de médicos militares, como el de Vallejo Nájera, que luego tenían muchas veces su culminación en sentencias de los tribunales militares de la época, certificaban que las activistas republicanas “eran mujeres sin freno, mujeres fieras, y por ello había que controlarlas para impedir un comportamiento inadecuado e impropio de mujeres de bien”, apunta Cándida.

“NATURAL SIMPLEZA DE LAS MUJERES”

Otra de las distinciones significativas en cuanto a género que hacía el régimen se reflejaba en los distintos tipos de sentencias. En algunos fallos judiciales, el régimen se inclinaba por un “cierto paternalismo”, tratando la actitud reivindicativa como “natural simpleza de las mujeres”,  ya que no las llegaba a considerar ni siquiera ciudadanas o seres humanos completos. Martínez explica que en estos casos “se trataba de una mujer a la que se le perdonaba las acciones cometidas”. Sin embargo, en otras muchas ocasiones se concedió a muchas mujeres “un tratamiento penal severo”, con duras penas de cárcel y reclusión, tal y como señala el estudio. Además, su condición de mujeres políticas era tratada con mayor dureza por parte del régimen ya que este tipo de actividades no entraban “dentro de las funciones naturales femeninas”, establecidas por la Sección Femenina.

Martínez señala  que “por esa única condición de mujeres, su trato en la cárcel podía llegar a ser mucho más severo”. En medio de condiciones infrahumanas, el estudio destaca un aspecto clave para conocer la memoria de aquellas mujeres y sus vivencias: las redes de solidaridad que ellas creaban en esas cárceles. “Es muy bonito conocer de cerca ese aspecto que revela cómo se fueron forjando los mecanismos de supervivencia dentro y fuera de la prisión”, concluye Martínez.

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jueves, 31 de julio de 2014

La ONU da 90 días a España para decir qué hará con las víctimas del franquismo

El Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzadas de Naciones Unidas ha presentado un demoledor informe tras su visita a España el pasado septiembre, que concluye con una larga lista de recomendaciones para el Gobierno y la petición de que en un plazo de 90 días "presente un cronograma en el que se indiquen las medidas que se llevarán a cabo" para implementar sus peticiones y asistir a las víctimas del franquismo.


El informe recuerda que España está "obligada" por el derecho internacional y la
Declaración sobre protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas (que ratificó en 2010)  a "asumir su responsabilidad" y elaborar "una política de Estado comprensiva, coherente y permanente" que permita a los familiares de los desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura saber qué pasó con sus seres queridos y recuperar sus restos. "Dado el transcurso del tiempo desde que la mayor parte de las desapariciones forzadas comenzaron a ejecutarse y la edad muy avanzada de muchos testigos y familiares, es urgente que el Estado adopte como inmediata prioridad la búsqueda de la verdad y en particular sobre la suerte y el paradero de las personas desaparecidas", dice el informe.
El grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre las desapariciones forzadas ha enviado al Gobierno  hasta 42 recomendaciones y manifiesta su disposición a "continuar el diálogo constructivo con el Estado español" al tiempo que ofrece su "asistencia" para que España cumpla con la declaración contra las desapariciones forzadas que ha ratificado. En conversación con EL PAÍS desde Texas, el autor del informe, Ariel Dulitzky, aseguró que la más importante y “urgente” de todas las recomendaciones es que “el Estado asuma su responsabilidad y elabore una política integral para dar verdad y justicia a las víctimas”. Preguntado por qué ocurrirá si el Gobierno español se excusa en la crisis económica para rechazar sus recomendaciones, Dulitzky responde: “Esto no es una cuestión económica, sino de voluntad política. Si se niega, seguiremos insistiendo, pero de momento tenemos esperanzas”. 
Estas son las peticiones a España del grupo de trabajo de naciones unidas sobre desapariciones forzadas:
1. Desaparecidos. Un plan nacional de búsqueda. Como norma general, la ONU recomienda a España que proporcione "mayor apoyo institucional y financiero" a las asociaciones y familiares de las víctimas del franquismo y que cree una "entidad estatal dotada de suficientes recursos humanos, técnicos y financieros" que se encargue de "todas las cuestiones relativas a las desapariciones forzadas, incluyendo el establecimiento una base de datos central sobre desapariciones". Naciones Unidas pide al Gobierno que elabore un  "plan nacional de búsqueda" de estas personas y que lo ponga en marcha "a la mayor brevedad posible".  El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha hecho, hasta la fecha, todo lo contrario, ya que ha eliminado todas las partidas previstas en la ley de memoria histórica (derogada de facto) para ayudar a los familiares a localizar a las víctimas. 
2. Jueces en las fosas. La ONU pide a España que asegure que "los responsables de la administración y procuración de justicia se personen en el momento de la ejecución de las exhumaciones y luego analicen los resultados que las mismas arrojan y actúen de acuerdo con ellos". Los familiares de víctimas del franquismo siempre denuncian ante el juzgado correspondiente la apertura de las fosas, es decir, el hallazgo de restos humanos con signos evidentes de muerte violenta (cráneos agujereados por el tiro de gracia, casquillos, balas...), pero los juzgados casi nunca contestan.
3. Justicia. Investigaciones "de oficio". Naciones Unidas recomienda "investigar de oficio y juzgar todas las desapariciones forzadas a la luz de las obligaciones internacionales, de manera exhaustiva e imparcial, independientemente del tiempo transcurrido desde el inicio de las mismas". Para ello, reclama  "eliminar todos los obstáculos jurídicos de orden interno que puedan impedir tales investigaciones judiciales", como la ley de amnistía de 1977, el principal argumento esgrimido hasta ahora para no llevarlas a cabo. El único juez que abrió una investigación sobre los crímenes del franquismo, Baltasar Garzón, fue procesado por ello, acusado de prevaricación, y finalmente absuelto. La ONU propone a España "actualizar, depurar y poner a disposición del público" la base de datos que el magistrado elaboró desde su juzgado, el número 5 de la Audiencia Nacional, durante la frustrada investigación.
4. Símbolos. El Valle de los Caídos. La ONU pide a España que proporcione "los fondos adecuados" para que la ley de memoria histórica "pueda aplicarse" y que se cumplan, entre otros, los artículos relativos a la retirada de símbolos y vestigios del franquismo. En este sentido, el grupo de trabajo de Naciones Unidas contra las desapariciones forzadas solicita al Gobierno que "vele por el respeto a la disposición de la ley que dispone la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura”. Y reclama, especialmente, la "implementación" de las recomendaciones de la comisión de expertos nombrada durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que proponía Francisco Franco y convertir el lugar en un museo de la memoria similar al que acoge en la actualidad la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA).
5. Niños robados. Banco de ADN. La ONU propone a España "fortalecer los esfuerzos con miras a buscar e identificar a los niños y niñas que podrían haber sido víctimas de apropiación" y garantizar un banco nacional de ADN que integre "muestras genéticas de todos los casos denunciados".
6. Comisión de la verdad. El grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas de la ONU propone a España que considere "la creación de una comisión de expertos independientes encargada de determinar la verdad sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura".
7. Justicia universal. Colaborar con Argentina. Naciones Unidas pide que las reformas legislativas relativas a jurisdicción universal no afecten a la investigación de casos de desaparición forzada y solicita a España, además, que colabore con los Estados que, en aplicación de ese principio, abran investigaciones sobre este tipo de delitos, como ha hecho la justicia argentina con los crímenes del franquismo.
Estas recomendaciones no son vinculantes. El Gobierno no está obligado a cumplirlas, pero sí ha de contestar a Naciones Unidas, explicarle qué va a hacer y qué no y motivar su decisión.