10
de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos
70
años del reconocimiento de la libertad y la igualdad en derechos y
dignidad del ser humano
El
24 de octubre de 1945, a raíz de la Segunda Guerra Mundial, las
Naciones Unidas nació como una organización intergubernamental con
el propósito de salvar a las generaciones futuras de la devastación
de conflictos internacionales. Representantes de las Naciones Unidas
de todas las regiones del mundo adoptaron formalmente la Declaración
Universal de Derechos Humanos el día 10 de diciembre de 1948. Es el
documento más universal de los derechos humanos en existencia y
describe los treinta derechos fundamentales que constituyen la base
para una sociedad democrática.
Este documento supuso conceptualizar a nivel
universal la igualdad y el reconocimiento del valor inalienable de
cualquier ser humano y la protección de su vida y de su dignidad sea
cual sea su condición, libre de discriminación, desigualdad o
distinción de cualquier índole. “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos” (Art. 1 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos).
Todos los Estados han ratificado al menos uno, y
el 80% de los Estados han ratificado cuatro o más de los tratados
fundamentales de derechos humanos, lo que refleja el consentimiento
de los Estados que crea obligaciones legales para ellos y dar
expresión concreta a la universalidad.
Sin embargo, estamos en un momento clave para
reafirmar el valor de de estos principios universales, no sólo por
parte de los Estados, sino por parte de nuestras sociedades para
continuar la lucha y conquistar esos derechos y libertades en todos
los lugares del mundo.
Por este motivo, Movimiento Contra la Intolerancia
mantiene su apuesta firme por la universalidad de estos Derechos
Humanos, y en este compromiso es clave la “comprensión, la
TOLERANCIA, y la amistad de todas las naciones y todos los grupos
étnicos o religiosos” tal como se refleja en el Art. 26 de la
Carta de las Naciones Unidas.
Es fundamental que la ciudadanía se construya en
base a una ética cívica universal, de tal forma que las personas se
sientan seguras ante los demás y se reconozcan en cualquier parte
del mundo, correspondiendo a los Estados y a las instituciones
internacionales su garantía, así como a la sociedad observar su
cumplimiento. Recordando siempre, que bajo esta ética cívica
universal la referencia debe ser el respeto a la Dignidad Humana, y
con ello el reconocimiento de sus atributos de Libertad, Igualdad,
Solidaridad, Justicia y TOLERANCIA.