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miércoles, 11 de enero de 2023

¿Existe Rusofobia en España?


El año 2022, marcado por la invasión rusa de Ucrania, ha sido especialmente complicado para la población ucraniana pero también para la población rusa, dentro y fuera de las fronteras de su país. España tiene una comunidad rusa de 79.435 integrantes y durante el último año, el presidente de la asociación Movimiento contra la Intolerancia Esteban Ibarra asegura: “Hemos conocido casos de amenazas y rechazo hacia negocios y establecimientos rusos e incluso hemos sabido de niños rusos a los que se ha segregado o condenado al ostracismo en varios colegios por parte de sus compañeros”.

La mayor comunidad rusa en España se encuentra en Alicante y fue allí donde varias madres rusas dieron la voz de alarma casi a mediados de año porque sus hijos estaban siendo víctimas de acosos. Julia Taran, vicepresidenta de la Asociación de Rusos Libres España quita hierro al asunto y explica que estos casos de bullying se dieron sobre todo al principio de la guerra: “Los niños son muy influenciables, son muy impulsivos, veían en las noticias que Rusia había invadido a Ucrania y le echaban la culpa a sus compañeros rusos”. Taran asegura que este problema se solucionó tan pronto como los padres y profesores de todos estos alumnos empezaron a trabajar para acabar con ese bullying. Taran también profundiza en los casos de amenazas a negocios rusos: “Creo que la mayor parte de ese acoso fueron comentarios en redes sociales y malas reseñas que venían principalmente de personas ucranianas que estaban en todo su derecho de reaccionar contra lo ruso” e indica que ese “ajetreo” desapareció cuando esos negocios a los que se hostigaba hicieron ver que no apoyaban la guerra en Ucrania.

Rosa Kochuvey, trabaja en la Oficina del Cónsul Honorario de Rusia en Valencia, una organización que busca estrechar lazos con Rusia y favorecer la integración de los rusos en España, y coincide con la asociación de Rusos Libres en que los episodios de acoso se dieron muy al principio de la guerra y nadie de su entorno ha vuelto a sufrirlos. “No hay rusofobia, a nuestro alrededor no percibimos ese rechazo”, aseguran ambas. Julia Taran va más allá e indica que el rechazo en España e incluso en Europa no se da contra la población rusa sino contra el imperialismo y la violencia del régimen de Vladimir Putin : “A nivel de la calle yo creo que la gente entiende que esto es cosa de una dictadura y que eso le puede tocar a cualquiera. Por eso no veo rusofobia a mi alrededor”. Uno tiene que mostrar mucho su “putinismo” y su xenofobia para que se le discrimine, aclara. En esa misma línea, Esteban Ibarra también incide en separar “la actuación de un gobierno, el ruso, de lo que es el trato a los ciudadanos”.

Precisamente porque entienden a Putin y a su imperialismo como responsables directos de cualquier discriminación que puedan sufrir, desde la asociación Rusos Libres se intenta combatir la propaganda del Kremlin haciendo llegar a ciudadanos rusos dentro y fuera de su país información veraz que no pueden encontrar en sus medios de comunicación. “Si intentaras ver la tele en Rusia no aguantarías ni medio minuto, porque no hacen más que hablar de matar a los ucranianos, a los occidentales, a los gays y a todo lo que no encaje en la doctrina de Putin”. Taran cuenta que una de las integrantes de su organización está “24 horas al día haciendo pedagogía y desmintiendo bulos a través de los canales de la asociación en redes sociales e incluso con llamadas telefónicas anónimas a ciudadanos rusos”. El objetivo de esta organización afincada en España es “dar una visión de la realidad no tergiversada a las personas de habla rusa para combatir la propaganda de Putin” y “ayudar a parar la guerra absurda en Ucrania”.

Esta asociacción rusa explica que no han sentido una rusofobia generalizada sino abandono por parte de las instituciones. Los rusos tienen cada vez más difícil obtener visados para salir del país y están sufriendo retrasos y complicaciones, explican Taran y Kochuvey. Todo lo que tiene que ver con trámites oficiales es ahora más lento por el mero hecho de tener el pasaporte ruso. Dice la asociación que se deniegan hipotecas, trámites bancarios o avales a ciudadanos rusos solo por ser rusos. “Después de investigar descubrimos que estas trabas eran culpa de decisiones de ejecutivos, de cargos intermedios, que buscaban cubrirse las espaldas por si pudieran decirles algo por hacerle la vida más fácil a un ruso”, asegura Rusos Libres.

Estas dificultades para abandonar el país se dan justo cuando más ciudadanos rusos están intentando exiliarse para evitar ser enviados al frente en Ucrania. Precisamente, la asociación de Julia Taran mantiene viva una iniciativa que lanzaron varios diputados rusos disidentes exiliados en Berlín: “Recaudamos fondos y compramos estufas, calentadores de leña, generadores y todo tipo de cosas para donarlos a Ucrania. Los mandamos a la frontera con Polonia y de allí hasta Kiev donde colaboramos con Children of War otra ONG que los distribuye”. De hecho, la iniciativa está abierta en su página web para que cualquiera pueda aportar su grano de arena comprando productos que se necesitan en suelo ucraniano y pueden comprobar incluso dónde los están mandando. Son iniciativas solidarias como estas las que han contribuido a combatir el estigma contra la población rusa por toda Europa.

lunes, 28 de febrero de 2022

Contra la guerra, en solidaridad con el pueblo de Ucrania

 

No hay excusas. ¿Quién invade a quién con consecuencias de muerte? ¿Quién lanza los misiles y envía los tanques, aviones y ejércitos? ¿Quién penetra en territorio ucraniano? ¿Quién bombardea edificios civiles? ¿Quién realiza un ataque militar minuciosamente preparado? ¿Quién disfraza sus preparativos como maniobras militares? ¿Quién está dispuesto a matar a quien se le resista? ¿Quién provoca cientos de miles de refugiados que según la ONU alcanzará millones de personas? ¿Quién tiene en vilo y asustado a los pueblos de la región? ¿Quién amenaza a Occidente convocando a la disuasión nuclear? ¿Quién encarcela a miles de opositores rusos a la guerra? ¿Quién practica el matonismo en sus mensajes?…….

Más allá de la desinformación y la propaganda están los hechos y sus consecuencias, las tragedias humanas y la destrucción de un país. Que la objetividad y el pensamiento no se nuble. Nada lo justifica, ni la “geopolítica”, ni los discursos ideológicos, ni la acción “preventiva de posible amenaza”, ni la operación militar disuasoria, ni la respuesta a su “pérdida de seguridad”, ni la defensa de un “espacio vital”... nada de lo escuchado o dicho justifica o legitima el horror, la violencia  y el terror alcanzados, con perspectiva de incrementarse.

Estamos ante una guerra preparada y planificada por el gobierno ruso, una invasión militar, un ataque que utiliza desproporcionados medios frente a los argumentos de quienes quieren justificar lo que es a todas luces injustificable.  Estamos ante unos, más que posiblesdelitos de lesa humanidadcrímenes de guerra y  delito de agresión contra la Paz que incluso puede alcanzar cotas nucleares.

Tenemos el deber de solidaridad con el pueblo de Ucrania, más allá de lo que le parezca a cada cual sus gobernantes, ese no es el tema, el tema es el derecho humano a la Paz, a resolver cualquier conflicto sin sufrir como consecuencia una agresión bélica.

Tenemos el deber de solidaridad con  el pueblo de Ucrania movilizado en defensa de su derecho de libertad y no injerencia político-militar en su país.

Tenemos el deber de solidaridad con la ciudadanía rusa que se moviliza contra la guerra, a la que se oprime, detiene y encarcela por su oposición al belicismo.

Tenemos el deber de solidaridad con los refugiados y la angustia de todos los que sufren, dentro y fuera, la barbarie de esta sin razón que viola y quiebra sus vidas, asignándoles un horizonte de muerte a muchas de estas personas.

Estamos ante una guerra de agresión que no es un vídeo-juego, aunque algunos así reaccionen, es una autentica tragedia que amenaza con su expansión indefinida.

Estamos ante una prueba moral, de razón y de conciencia, que no puede obviarse en esta Europa desmemoriada que olvida sus precedentes bélicos ultranacionalistas e imperialistas, tragedias como el Holocauso Nazi y el Holodomor soviético en Ucrania.

Memoria, razón, conciencia y sentimiento están con el pueblo ucraniano, en el otro lado, están los hechos criminalmente tozudos, ante los que necesariamente el Tribunal Penal deberá intervenir.

Mientras tanto y tiempo al tiempo, siempre contra la guerra, debemos estar todos en defensa del pueblo ucraniano, los refugiados y los presos rusos que se oponen al belicismo.

martes, 17 de marzo de 2020

Prisión para el líder del «Pilla-Pilla»


Dictado auto de prisión para el líder del «Pilla-Pilla», el grupúsculo que intentó reproducir en Cataluña la operativa homófoba de los neonazis rusos
14/03/2020

Fuente: DosManzanas.com

El juez del juzgado nº 2 Granollers ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de Mikola Zatkalnitsky, líder del «proyecto Pilla-Pilla», el infame grupo homófobo que a finales del año 2013 se dedicó a hostigar, en los alrededores de Barcelona, a homosexuales con los que contactaban a través de chats. A pesar de que fue condenado a un total de cinco años y medio de prisión por distintos delitos, ninguna de las penas individuales superaba los dos años de cárcel, por lo que su defensa solicitó que la sentencia quedara en suspenso. Sin embargo, el juez ha estimado que la persistencia del condenado en que obró debidamente puede suponer un riesgo de reincidencia, por lo que ha aceptado la solicitud de la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por varios grupos de defensa de los derechos LGTB, de que se ordenase el ingreso en prisión. El auto, no obstante, puede ser recurrido.

Mykola Zatkalnitsky fue condenado el pasado mes de diciembre a un total de cinco años y medio de prisión por tres delitos contra la integridad moral y por revelación de secretos, con los agravantes de superioridad y homofobia. Otros cinco acusados fueron condenados por los mismos delitos, aunque con penas inferiores, que oscilaban entre los nueve y los 27 meses de cárcel. La sentencia les imponía, además, el pago de una indemnización de 18.000 euros para dos de las víctimas.
Como ninguna de las penas individuales superaba los dos años de prisión, la defensa de Zatkalnitsky solicitó que no se ejecutara y se dejara en suspenso, siguiendo el criterio que rige al respecto desde 2015. La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por diversos grupos de defensa de los derechos LGTB, solicitaron, por el contrario, que se dictara auto de prisión inmediata dada la falta de arrepentimiento del condenado.

Aunque el arrepentimiento no es un requisito exigible para estimar la suspensión de la pena, el magistrado ha considerado también otras circunstancias. Según da por probado el juez, Zatkalnitsky aún mantiene que obró correctamente para «luchar contra la pederastia», su perfil es de un «extremista de tipo neonazi» de actitud sumamente violenta y gran capacidad de liderazgo, tanto sobre sus antiguos compañeros de grupo como sobre sus seguidores en las redes sociales. Todo ello le hace estimar que existe un serio riesgo de reincidencia. Por ello, ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de Mikola Zatkalnitsky, si bien el auto puede ser recurrido.

Violencia y fanatismo hómofobos importados de Rusia

El joven de origen ucraniano Mikola Zatkalnitsky, alias «El Rusky», era el líder del «proyecto Pilla-Pilla», que fue desarticulado por los Mossos d’Esquadra a finales de 2013. Durante el periodo de su liderazgo, su actividad alcanzó gran eco en redes sociales, gracias a su supuesta finalidad «cazapederastas», aunque pronto quedó claro que no era más que un grupo homófobo creado a imitación de Occupy Pedofilyaj, una red de grupúsculos rusos responsables de numerosos episodios de violencia contra personas LGTBI especialmente activa en esa época (y con la que de hecho compartían simbología).

El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, describía en su acusación al menos tres ataques acreditados del grupo a víctimas en Granollers, todos ellos con el objetivo de «atemorizar, humillar y represaliar» a hombres homosexuales valiéndose de la «notable desproporción» de su fuerza numérica. Tras engañarla a través de las redes sociales, el grupo concertaba un encuentro con la víctima, a la que rodeaba por sorpresa para que no huyera, la retenía y la filmaba mientras la sometía a un interrogatorio humillante, con preguntas vejatorias sobre su condición sexual, que finalizaba con la coacción a la víctima para que dijera frente a una cámara que era un «pederasta». Les obligaba además a facilitar ante las cámaras su nombre completo y DNI para poder quedar libres. La mecánica era, en este sentido, calcada a la de los neonazis rusos, cuyos vídeos el propio Mikola Zatkalnitsky compartía en su perfil de VKontakte, principal red social rusa (en la que por desgracia sigue siendo posible acceder a numerosas de estas grabaciones en las que se maltrata a homosexuales).

El líder de Occupy Pedofilyaj, recordemos, era Maxim Martsinkevich, alias «Tesak», un famoso neonazi ruso que ya antes había sido el inspirador de Format 18, organización racista que pocos años antes se había hecho muy conocida por sus salvajes agresiones a ciudadanos no rusos. Martsinkevich fue condenado en 2014 a 5 años de prisión en su propio país, mientras que otros 6 integrantes de Occupy Pedofilyaj fueron condenados en 2015, también en Rusia, a entre 3 y 6 años de prisión.