


Contacta si has sido Víctima o Testigo de un #DelitodeOdio, #Discriminación o #Violencia.


En total, son más de 230 millones de niñ@s (1 de cada 10) los que viven actualmente en zonas afectadas por conflictos armados. Siria, Yemen, República Centroafricana, Sudán del Sur o Nigeria son sólo algunos de los países que mayor sufrimiento infantil concentran debido a la violencia.
Pero no solo son víctimas inocentes de agresión aquellos niños y niñas que combaten en guerra, también lo son aquellos que sufren de violencia y maltrato dentro del hogar. La agresión no es necesariamente física, pues el maltrato psicológico es uno de las que más sufren niñ@s y adolescentes en el mundo entero.
Cada cinco minutos, un niñ@ muere a causa de la violencia. Millones de niñ@s más viven con miedo de ser víctimas de violencia sexual, física y emocional.
Todos los niñ@s tienen el potencial de ser felices, estar sanos y triunfar. Sin embargo, cuando son testigos o víctimas de la violencia, ese potencial se deteriora y afecta a su salud, su bienestar y su futuro. Los efectos pueden dejarles secuelas de por vida.
Conoce más sobre este día: https://www.un.org/es/observances/child-victim-day
Si detectas discurso de odio en redes sociales o cualquier otro hecho por cualquier forma de discriminación o intolerancia, no dudes en enviarlo a: denunciamci@gmail.com
La Policía Nacional ha identificado a la presunta autora directa de cuatro brutales agresiones cometidas en el distrito madrileño de Chamartín. Es menor de edad.
Los ataques están relacionados con un nuevo reto viral en redes sociales conocido como “La caza del pijo”. El reto consistía en acumular el máximo número posible de agresiones, y ha generado una gran alarma social entre estudiantes y padres, según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Las agresiones eran grabadas en vídeo con teléfonos móviles y posteriormente difundidas en Internet.
La Policía ha puesto los hechos y la identidad de la presunta autora en conocimiento de la Fiscalía de Menores.
¿TÚ ME CONOCES?
La investigación se inició el pasado mes de abril, cuando presuntamente una menor de edad agredió a cuatro chicas, todas ellas de edades similares. El modus operandi utilizado en los cuatro episodios se basaba en pronunciar la frase “¿tú me conoces?” para así aproximarse a las víctimas y después propinarles golpes en diferentes partes del cuerpo.
Los agentes pudieron comprobar que el reto consistía en acumular el mayor número posible de agresiones. Además, todos los hechos eran grabados y difundidos posteriormente en redes sociales, lo que ha generado una alarma social entre los estudiantes y padres de diversos colegios ubicados en el distrito de Chamartín.
«En uno de los vídeos se podía observar a una chica arrinconando a otra y agrediéndole de forma violenta. Acto seguido, miraba a uno de los amigos jactándose de lo que había hecho», explica la Policía.
Tras constatar que la presunta autora se desplazaba hasta el distrito de Chamartín para agredir a todo aquel considerado “pijo”, normalmente mujeres, los agentes procedieron a su identificación. Hasta el momento, la Policía no ha recibido denuncias por estas agresiones.
PARA MOVIMIENTO CONTRA LA INTOLERANCIA, LA ‘CAZA DEL PIJO’ ES UN DELITO DE ODIO
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, señala a Confilegal que «la caza del pijo» es «una conducta violenta, ya detectada en la década de los 90, llevada a cabo por grupos urbanos de jóvenes que construían su jerarquía midiéndose a través de estas agresiones».
Explica que con la llegada de las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información «estas conductas se hacen más visibles y su capacidad de infección es mucho mayor».
«Esta conducta es un síntoma del crecimiento de la intolerancia social, donde prevalece el «vale todo» hasta banalizar la violencia en actos narcisistas y de dominación hacia el diferente, en este caso la caza del «pijo», del que lo presuponen a raíz de su vestimenta y de su aspecto».
Para el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, estas conductas deben ser interpretadas por la Justicia como un delito de odio.
El pasado octubre trasladó a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, su preocupación ante la expansión del discurso de odio en Internet y redes sociales.
Esteban Ibarra reivindica una ley de protección universal de la víctima del delito de odio.
Las agresiones homófobas que sufrieron dos jóvenes madrileños la semana pasada, ponen de manifiesto el incremento de este tipo de ataques en los últimos meses, como nos confirma Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia.
Son cifras que nos retrotraen a los años 90 cuando había muchas agresiones, asegura en Madrid Directo. “Por la secuencia de agresiones, da la impresión de que está habiendo una cacería a personas homosexuales por parte de grupos neonazis”, afirma Ibarra.
“Vivimos un momento de incremento de delitos de odio en general. La sociedad no está crispada, pero si hay grupos muy violentos y polarizados“, sostiene. En el caso de agresiones contra el colectivo LGTBI, las personas transexuales son especialmente vulnerables porque son más visibles e identificables.
“Son agresiones súbitas, por eso es importante la investigación a través de las cámaras, para identificar a los agresores”, explica Ibarra que anima a denunciar las agresiones para acabar con esa cifra sumergida: dos de cada tres ataques no se denuncian, según el Observatorio Madrileño contra la Homofobia, por miedo o porque no quieren hacer pública su homosexualidad.
El Confilegal.- El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, considera muy positivo el paso dado por Manuel S., declarando públicamente, a través de un vídeo publicado por Confilegal, su arrepentimiento y su petición de perdón por lo sucedido en el Metro de Madrid el 6 de enero pasado donde fue grabado insultando a una ciudadana iberoamericana en términos xenófobos.
«Es positivo que Manuel S., primero, se haya entregado voluntariamente, y, segundo, que haya confesado lo sucedido, expresando su arrepentimiento sincero y su petición pública de perdón y de clemencia. Esto debe tenerse muy en cuenta a efectos de la sanción que se le haya de poner», ha explicado Ibarra a este diario.
Fue precisamente Movimiento contra la Intolerancia la organización que denunció los hechos a la Fiscalía de Madrid, la cual actuó de oficio comunicando a la Policía la necesidad de abrir una investigación.
«Desde nuestro punto de vista, la sanción que se ponga no debería ir más allá de un trabajo al servicio de la comunidad y de solidaridad con las personas inmigrantes», añade Ibarra.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia reafirma el compromiso de su organización en la lucha contra este tipo de comportamientos, «que no son asumibles de ningún modo».