Desde 2003 se celebra el Día Mundial contra la Pena de Muerte y, desde 2007, también el 10 de octubre, se conmemora el Día Europeo contra la pena capital.
“Toda persona tiene derecho a la vida. Nadie podrá ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado.” Se deben respetar los derechos fundamentales, los Derechos Humanos y el valor absoluto y superior de la vida.