La Policía Nacional ha identificado a la presunta autora directa de cuatro brutales agresiones cometidas en el distrito madrileño de Chamartín. Es menor de edad.
Los ataques están relacionados con un nuevo reto viral en redes sociales conocido como “La caza del pijo”. El reto consistía en acumular el máximo número posible de agresiones, y ha generado una gran alarma social entre estudiantes y padres, según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Las agresiones eran grabadas en vídeo con teléfonos móviles y posteriormente difundidas en Internet.
La Policía ha puesto los hechos y la identidad de la presunta autora en conocimiento de la Fiscalía de Menores.
¿TÚ ME CONOCES?
La investigación se inició el pasado mes de abril, cuando presuntamente una menor de edad agredió a cuatro chicas, todas ellas de edades similares. El modus operandi utilizado en los cuatro episodios se basaba en pronunciar la frase “¿tú me conoces?” para así aproximarse a las víctimas y después propinarles golpes en diferentes partes del cuerpo.
Los agentes pudieron comprobar que el reto consistía en acumular el mayor número posible de agresiones. Además, todos los hechos eran grabados y difundidos posteriormente en redes sociales, lo que ha generado una alarma social entre los estudiantes y padres de diversos colegios ubicados en el distrito de Chamartín.
«En uno de los vídeos se podía observar a una chica arrinconando a otra y agrediéndole de forma violenta. Acto seguido, miraba a uno de los amigos jactándose de lo que había hecho», explica la Policía.
Tras constatar que la presunta autora se desplazaba hasta el distrito de Chamartín para agredir a todo aquel considerado “pijo”, normalmente mujeres, los agentes procedieron a su identificación. Hasta el momento, la Policía no ha recibido denuncias por estas agresiones.
PARA MOVIMIENTO CONTRA LA INTOLERANCIA, LA ‘CAZA DEL PIJO’ ES UN DELITO DE ODIO
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, señala a Confilegal que «la caza del pijo» es «una conducta violenta, ya detectada en la década de los 90, llevada a cabo por grupos urbanos de jóvenes que construían su jerarquía midiéndose a través de estas agresiones».
Explica que con la llegada de las redes sociales y las nuevas tecnologías de la información «estas conductas se hacen más visibles y su capacidad de infección es mucho mayor».
«Esta conducta es un síntoma del crecimiento de la intolerancia social, donde prevalece el «vale todo» hasta banalizar la violencia en actos narcisistas y de dominación hacia el diferente, en este caso la caza del «pijo», del que lo presuponen a raíz de su vestimenta y de su aspecto».
Para el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, estas conductas deben ser interpretadas por la Justicia como un delito de odio.
El pasado octubre trasladó a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, su preocupación ante la expansión del discurso de odio en Internet y redes sociales.
Esteban Ibarra reivindica una ley de protección universal de la víctima del delito de odio.
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