martes, 28 de enero de 2025

Contra la negación y banalización del Holocausto en los 80 años de la liberación de Auschwitz. SIEMPRE CONTRA EL ANTISEMITISMO

 

Inmersos en una oleada de antisemitismo global que se expande por el Mundo, nunca antes vivida desde el periodo del nazismo y la II Guerra Mundial, resulta más necesario que nunca incrementar el deber de sostener la Memoria de las Víctimas del Holocausto (Shoá), actualmente atacada como elemento constitutivo de la estrategia central del antisemitismo:  robar la historia judía y situar a la víctima como victimario.

Esta campaña de antisemitismo está presente en todos los países y ámbitos, lo que demuestra su alcance integral y su transversalidad ideológica, desde el islamismo hasta el neonazismo, pasando por el papel destacado del izquierdismo antisemita. Aunque comenzó a germinar en los últimos años, alcanza su máximo despliegue estratégico el 7 de octubre de 2024, acompañando la mayor masacre terrorista perpetrada en territorio israelí: 1.200 personas asesinadas, miles de heridos, varios centenares de secuestrados, violaciones y una serie de actos de barbarie inimaginables para un ser humano, considerados crímenes de lesa humanidad. De nuevo, pero esta vez ante otras cámaras, pudimos observar los rostros ebrios de maldad y de euforia de cientos de milicianos de Hamás y civiles de Gaza perpetrando una nueva masacre de judíos. Una vez más, el pueblo de Israel, y la inmensa mayoría de judíos del mundo, sintió como se resquebrajaba su existencia física, psíquica y espiritual. Y la gran mayoría de las personas de bien quedó conmocionada y con el corazón paralizado en un grito de dolor.

Pero ahí estaba de nuevo, agazapado, «el odio más antiguo del mundo» (Robert Wistrich) preparado para adaptarse a las nuevas condiciones. La operación antisemita que emerge el 7 de octubre, el mismo día de la masacre, sincroniza —al igual que durante el periodo del Holocausto— propaganda, desinformación y terrorismo con el objetivo de eliminar al Estado de Israel, el estado judío, así como de amedrentar y extorsionar a las comunidades judías, a los judíos individuales y a cualquier persona que exprese su apoyo a Israel en el resto del mundo.  Despliega una estrategia que supera las teorías propagandísticas de Goebbels, «el enano cojo y diabólico» (en definición de Goering): desinformación, tergiversación de los hechos de la guerra contra Hamás y otras organizaciones terroristas del yihadismo, construcción de mitos y falsedades como la acusación de genocidio del pueblo palestino, justificación u ocultamiento de la masacre, banalización de la Shoá al establecer comparaciones siniestras y crueles, incluso negación de la existencia o del alcance del Holocausto.

En defensa de la memoria y educación sobre el Holocausto.

Se hace necesario aclarar el verdadero significado del término “Holocausto”, palabra de origen griego, que significa “sacrificio por fuego” (Shoá -en hebreo- o «la solución final» -para el régimen nazi-). Este término se utiliza de manera específica para referirse a la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado, de aproximadamente seis millones de judíos -hombres, mujeres, niñas y niños- por el gobierno nacional-socialista de Adolf Hitler y sus colaboradores. Si bien muchas otras personas y colectivos sufrieron la persecución y violencia nazi, como los prisioneros de guerra, los gitanos (roma y sinti), los polacos y otros pueblos eslavos, los opositores políticos, los homosexuales y otros grupos, como personas con enfermedades mentales o discapacitantes, estas tragedias no forman parte de lo que históricamente se define como “Holocausto”. Cada uno de estos horrores merece un reconocimiento propio y una memoria específica dentro del contexto del régimen nazi.

Dicho esto, recordemos que el 1 de noviembre de 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 60/7, designando el 27 de enero -fecha de la liberación por las tropas soviéticas en 1945 del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau (Polonia)- como Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto y Prevención de Crímenes contra la Humanidad«. Es, por lo tanto, un día para recordar y rendir homenaje a las víctimas judías de la II Guerra Mundial, así como para reflexionar sobre las enseñanzas que nos dejaron, las historias de quienes arriesgaron su vida para salvar a otros y las de los sobrevivientes. Todo ello nos impulsa a prevenir los Crímenes contra la Humanidad. No debemos perder de vista esta perspectiva.

La civilización democrática actual se ha construido sobre el reconocimiento del Holocausto y la responsabilidad colectiva histórica de impedir las condiciones para que el horror que fue posible no vuelva a ser posible. Y esto se confronta con la Educación y la Memoria. Es cierto que, desde la resolución 60/7, hay muchas entidades en todo el mundo que se hacen eco de la recomendación de la ONU y recuerdan aquellos dolorosos sucesos como una enseñanza universal para las generaciones actuales y futuras, combinando el aprendizaje del pasado con un radical compromiso presente. Pero, los acuerdos en la Unión Europea para combatir el antisemitismo, entre ellos el deber de Memoria, no están dando el debido resultado a la luz de los hechos, y menos aún en España, donde el plan de implementación es un rotundo fracaso. No estamos preparados para enfrentar este nuevo antisemitismo que lo invade todo. La impunidad de los agresores y la insolidaridad con las víctimas ponen en peligro la convivencia democrática y los derechos humanos para el conjunto de la sociedad.

La perversión del concepto «holocausto», su banalización y su negación, y la persistente equiparación del Estado de Israel con el régimen nazi, forman parte de la estrategia del antisemitismo global, al que no se está́ respondiendo a la altura de la gravedad de los hechos. Y debemos hacerle frente.

Este 27 de enero, encenderemos velas en recuerdo de los grupos de personas que sufrieron con mayor virulencia la deportación y el exterminio, poniendo el acento, con más fuerza que nunca, en la necesidad de que este Día Internacional se convierta no sólo en un día de memoria y de recuerdo, sino también de resistencia frente a cualquier forma de antisemitismo y violación de los derechos de los seres humanos.

En España, a 27 de enero de 2025

Coordinadora Estatal de Lucha Contra el Antisemitismo

c.contraelantisemitismo@gmail.com


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