POR LA MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS DE LA MASACRE TERRORISTA DEL 7 DE OCTUBRE
LAS ORGANIZACIONES ABAJO FIRMANTES, acogidas al artículo 20.3 de la Constitución Española de 1978, referente a la regulación de los medios de comunicación dependientes del Estado, su organización y control, así como, entre otros, el respeto al pluralismo de nuestra sociedad, preocupadas por el crecimiento del discurso de odio antisemita, convenimos en decir lo siguiente:
EL DERECHO A LA INFORMACIÓN es una premisa fundamental de las sociedades libres y democráticas occidentales. Esta verdad carismática reposa sobre la existencia imprescindible de la LIBERTAD DE PRENSA Y DE EXPRESIÓN, y en consecuencia los medios de comunicación se hallan protegidos, en sus compromisos constitucionales, de la intrusión inaceptable de poderes públicos y/o cualquier estructura organizativa de presión.
ASISTIMOS A UN CAMBIO DE PARADIGMA, donde los atributos propios de nuestra CARTA MAGNA se enfrentan, con demasiada frecuencia, a acciones que pretenden alterar aquel principio fundamental y su virtud. Esta circunstancia alcanza especial profusión a través de las Redes Sociales, que suelen conexionarse con aquellos.
LA IMPARCIALIDAD Y LA OBJETIVIDAD DE LOS MEDIOS PUBLICOS en numerosas ocasiones parece haber olvidado la praxis correcta inherente a la acción de la información y el legítimo derecho de los ciudadanos a conocer y disponer de LA VERDAD, en su realidad poliédrica, con todas sus consecuencias.
ASISTIMOS PERSISTENTEMENTE A UN MANEJO UTILITARISTA de las noticias, mensajes e informaciones sobre el conflicto armado entre Israel y los grupos terroristas de Hamás y Hezbolá , en favor de estos últimos, a pesar de su señalamiento por los organismos internacionales más significativos, incluido el propio Consejo de Europa (2003/651/PESC).
DESDE EL INICIO DEL CONFLICTO se asiste a un tratamiento SESGADO de contenidos que impide a los ciudadanos disponer de la debida veracidad informativa, desde una pluralidad de miradas e interpretaciones. Con demasiada frecuencia, los medios públicos españoles (TVE, RNE, etc.) parecen comportarse como altavoces de Hamás, habida cuenta de la difusión de la información dimanada directamente de la propia organización terrorista y sus instrumentos de comunicación, en general sin contraste alguno. Una práctica muy realizada por la ONU que muestra a sus organismos como entidades replicantes de los mensajes que elabora Hamás.
ASISTIMOS A UN SESGO DE LA INFORMACIÓN que impide a la ciudadanía conocer la realidad en Israel, percibir la naturaleza y alcance de la barbarie antisemita del 7 de octubre de 2023 o el asesinato premeditado de los secuestrados en Gaza. Nada se dice de los ataques permanentes del movimiento yihadista islámico a través de un entramado de grupos terroristas cuya finalidad obsesiva es la destrucción del Estado de Israel y el exterminio de sus ciudadanos.
PRESENCIAMOS CADA DIA UNA INSOPORTABLE DESINFORMACION que vulnera con nitidez las directrices de nuestra Carta Magna, los derechos propios contemplados en el Tratado de la Unión Europea, así como las decisiones dimanadas del Parlamento Europeo. Todas nuestras instituciones de referencia han elaborado abundantísima documentación sobre el requerimiento de una información imparcial, contrastada y basada en hechos y no en apreciaciones o juicios particulares por informadores dispuestos a renunciar a su independencia.
Y LAS CORPORACIONES PÚBLICAS ESPAÑOLAS están obligadas por el artículo 20.1.d al respeto en materia de «Derechos Fundamentales y Libertades Públicas», al reconocimiento y protección del derecho a «comunicar o recibir libremente INFORMACIÓN VERAZ por cualquier medio de difusión». Pero lo resultante durante meses, es la desinformación que surge cuando la información cesa de ser un fin en sí para subordinarse a objetivos prevalentes en la situación del conflicto con la intención de disminuir, suprimir o imposibilitar la representación de la realidad ante los ciudadanos. Una actitud que se aleja de la Ley y la Deontología.
SIN UN ESFUERZO DE VERACIDAD en los medios públicos de comunicación, se posibilitan en las REDES SOCIALES unas dinámicas de agitación y propaganda, construcción y multiplicación de mentiras y omisiones, u otros mecanismos inductivos desinformativos en mensajes, usando analogías, metáforas y rumores, señalando eufemismos y medias verdades, en definitiva, construyen opacidad e ignorancia, sin olvidar el papel que puede jugar la fabricación de hechos falsos y la manipulación de sucesos, así como el sostenimiento del doble rasero, la demonización y la deslegitimación de Israel, imposibilitando una perspectiva ecuánime que alimentan los relatos y el discurso de odio antisemita.
HAY RELATOS QUE OLVIDAN LA MASACRE TERRORISTA ANTISEMITA DEL 7 DE OCTUBRE, donde hubo 1200 asesinatos, violaciones y quema de mujeres, crímenes de ancianos y niños, junto al secuestro de 250 personas, muchas asesinadas posteriormente y otras aun desaparecidas. Fue el verdadero origen de la actual guerra con Hamas, acompañado desde un primer momento por bombardeos de Hezbolá y otros grupos, y por manifestaciones contra Israel cuando se estaba cometiendo ese Crimen de Lesa Humanidad, Relatos que buscan cancelar la Memoria y que son muestra de expansión del antisemitismo global.
EL ESTADO ESPAÑOL representado por su vicepresidenta Doña Carmen Calvo, se adhirió (mayo de 2020) a los 35 miembros firmantes de la INTERNATIONAL HOLOCAUST REMEMBRANCE ALLIANCE (IHRA). También suscrita por la Unión Europea. Tal adhesión incluye la definición práctica, jurídicamente no vinculante, de ANTISEMITISMO. Pero a pesar de los COMPROMISOS FIRMADOS destinados a evitar la difusión del antisemitismo, la lucha contra el terrorismo de Hamás se ha visto desfavorecida por una corriente agitación y propaganda cuyo resultado, a día de hoy, es un crecimiento inimaginable del ANTISEMITISMO y la JUDEOFOBIA. Circunstancia desconocida desde el final de la II Guerra Mundial, en 1945.
LOS JUDÍOS ESPAÑOLES, los ciudadanos israelíes y las personas amigas, afines o solidarias en España, sufren actualmente EL ACOSO Y HOSTILIDAD ANTISEMITA en todo el país, concretándose en numerosos incidentes y delitos de odio, y a ello contribuye la laxitud informativa sobre los acontecimientos del conflicto. Una realidad palmaria que condiciona a las víctimas del antisemitismo todos sus días.
Las Organizaciones firmantes, RECLAMAMOS neutralidad y rigor que, más allá de la DESINFORMACIÓN, su ausencia conlleva colocar a los CIUDADANOS JUDÍOS ESPAÑOLES Y A LA CIUDADANÍA AFÍN Y SOLIDARIA, bajo la amenaza creciente de la mentira y el odio antisemita.
INSTAMOS AL GOBIERNO DE ESPAÑA, a la Administración y Entes públicos a impulsar el ejercicio de la debida veracidad informativa, a combatir el antisemitismo y a proteger y promover los derechos inalienables de los españoles contemplados en el artículo 14 de nuestra Constitución sobre discriminación, incluida la religiosa, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
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