Los Grupos Urbanos Violentos saltaron de nuevo a la actualidad tras el período COVID. La violencia ejercida por grupos organizados está presente. En verdad nunca se fué, solo estuvo parcialmente confinada, como estuvimos todos, aunque siguió fortaleciéndose en la inmersión de las redes sociales e internet, hasta emerger recrudecida, saltando a los medios de comunicación como información, muchas veces espectacularizada, previa acción sangrienta o asesinato. Estos son los hechos y este es un problema muy grave, al que solo se reacciona a posteriori.
Vivimos tiempos inquietantes, crece la polarización y el fanatismo, emerge la violencia, preocupa su desarrollo por machismo y misoginia, como por el generado por grupos urbanos violentos, sean ultras del fútbol, extremistas o las denominadas bandas de referencia latina, ósea como relación individual, familiar o social. La violencia es violencia. Preocupa y mucho. ¿Pero cómo erradicarla?. Es difícil.
Pero sin una sociedad impregnada de fuertes valores humanistas y democráticos, no hay nada que hacer. Algo que las instituciones, desde su INDOLENCIA, no contemplan en su verdadera dimensión. Solo se acuerdan del problema cuando truena. Y precisamente el Estado de Derecho debe de aportar todo su esfuerzo en la prevención y protección ciudadana, así como en el amparo y apoyo a las víctimas. No cabe el silencio y su no contemplación. Son necesarios las Estrategias, los Planes de Intervención y los Programas específicos dirigidos a combatir y erradicar la violencia y sus grupos. Analicemos la violencia y observemos a los Grupos Urbanos Violentos, sujeto activo en su uso contra quien declaran su enemigo, mediante su intolerancia al diferente.
Puedes ver la intervención de Esteban Ibarra en el programa ‘TRECE, al día’ sobre GRUPOS URBANOS VIOLENTOS del 27 de marzo de 2023 aquí
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