El 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks regresaba de su trabajo en autobús, en la ciudad de Montgomery, cuando un pasajero, primero, y el conductor, después, le pidieron que se levantara de su asiento para cedérselo al viajero blanco que acababa de subir. Así lo dictaban las leyes de Alabama a mediados del siglo XX, pero ella se negó. Pocas veces en la historia un acto tan insignificante tuvo consecuencias tan importantes como el protagonizado hace hoy 63 años por esta mujer: un pequeño gesto de protesta quefue la chispa que encendió el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos.
Gracias Rosa.
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