Cuando se cumplen 
20 años del asesinato de la inmigrante 
dominicana Lucrecia Pérez,  percibido como el primer crimen racista 
en la España democrática, condenado masivamente por la ciudadanía y las 
instituciones de nuestro país procede señalar la alarma actual que nos indican 
que las causas de ese episodio trágico no han sido 
superadas.
Con la  crisis económica 
es un hecho el aumento del prejuicio xenófobo 
hacia la inmigración, como constatan las encuestas oficiales, así 
como la agitación y hostigamiento xenófobo que impulsan grupos organizados 
extremistas que alimentan la intolerancia hacia la inmigración y  hacia la 
diversidad religiosa que en numerosas ocasiones concluyen en agresiones. Una acción xenófoba en los 
últimos años ha recibido un fuerte 
estímulo por los resultados electorales en algunos países europeos  
como  en  Grecia, Austria, Italia, Hungría, Holanda o Alemania, entre otros, 
mientras las acciones democráticas para impedir su crecimiento  no se hacen 
adecuadamente, ni en Europa, ni en España. 
Sin entrar en valorar 
múltiples factores que afectan a la emergencia de actitudes de xenofobia, 
racismo u otras manifestaciones de intolerancia, procede señalar en cuanto a 
diagnóstico de situación en España 
que:
-Se 
extienden las actitudes de xenofobia y otras manifestaciones de intolerancia 
 frente a inmigrantes, gitanos y otros 
ciudadanos por motivos de diversidad religiosa y social, como así evidencian 
todos los datos del CIS. 
- 
Internet se usa casi sin limitación como espacio 
privilegiado para propagar  el odio, la discriminación y la violencia por 
motivos de racismo e intolerancia. 
-Se 
desarrollan grupos y partidos que agitan 
y accionan  contra la inmigración y la diversidad, poniendo en peligro la 
cohesión social y la convivencia en la sociedad democrática. 
-El 
populismo xenófobo y  las actividades neofascistas se internacionaliza 
con discursos miméticos y acciones 
coordinadas en Europa, contra la inmigración, la diversidad religiosa y la 
democracia.
- 
Siguen produciéndose agresiones violentas contra inmigrantes y 
otros ciudadanos señalados por su diversidad, así como a sus bienes o espacios 
religiosos, cometidas por  racistas o grupos 
neonazis
En consecuencia, coherentes con los llamamientos de las 
instituciones europeas, pedimos a la ciudadanía en España que se movilice sin 
demora frente a este grave problema y reclamamos al Gobierno una “acción decisiva frente al racismo y la 
xenofobia”,   que adopte las siguientes 
medidas:
1. 
Cierre de webs y aplicación 
 del art. 510 del Código Penal a quienes 
por Internet,  inciten al odio, a la discriminación o la 
violencia xenófoba, racial, neonazi o a cualquier otra manifestación de 
intolerancia criminal. 
2. 
Prohibición de 
actividades que promuevan o alienten la xenofobia, el racismo y la 
intolerancia criminal. 
3. 
Ilegalización de organizaciones y partidos 
que promuevan el racismo, la xenofobia y la intolerancia punible. 
4. 
Aplicación de la legislación penal y 
mejora 
de  la legislación en materia de 
racismo.
5. 
Apoyo integral a las Víctimas de crímenes de odio y a sus 
organizaciones de solidaridad.
6. Creación 
de unidades 
policiales formadas, para neutralizar y prevenir la 
formación de grupos neonazis y de odio.
7. Creación que alcance a todo el país de Fiscalías especializadas delitos de odio y discriminación.
8. Formación de los operadores jurídicos en materia de racismo, intolerancia y delitos de odio.
7. Creación que alcance a todo el país de Fiscalías especializadas delitos de odio y discriminación.
8. Formación de los operadores jurídicos en materia de racismo, intolerancia y delitos de odio.
9. Planes  
integrales  contra del racismo y la intolerancia basados en la  sensibilización preventiva y la 
difusión del valor de la Tolerancia y los Derechos Humanos. 
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