En el Día Mundial contra el Racismo,
constatamos el aumento de la xenofobia social en un contexto de elevado
paro y crisis económica, el peligro de deshumanización de las políticas
migratorias, el crecimiento de las organizaciones racistas y neonazis en todo
el continente y el alarmante avance del populismo xenófobo y del discurso de
odio ante las próximas elecciones europeas. Movimiento contra la Intolerancia
pide a las instituciones que pongan fin a su indolencia al respecto, impulsando
medidas y políticas eficaces frente a la xenofobia, que proteja a las víctimas
de odio racista y de delitos de intolerancia; reclama a los líderes
europeos reforzar la legislación y que pongan en práctica medidas efectivas de
protección de los colectivos vulnerables.
El aumento de la
xenofobia social en España, como en Europa, es un hecho y no admite duda
alguna. En un contexto de crisis económica y elevado paro, la
intolerancia xenófoba encuentra su mejor oportunidad y pese a los esfuerzos que
se realizan, especialmente la sociedad civil, la demagogia, el prejuicio, el
odio y la discriminación, el populismo y las ofertas políticas que
vulneran los derechos humanos de los inmigrantes, gitanos y otras minorías
sociales se presentan de forma abierta y arrogante. La peligrosa
deshumanización que se está produciendo en todos los países europeos y que
en España tiene su reflejo en las fronteras alambradas con cuchillas y los
trágicos sucesos donde perecieron 15 inmigrantes, en esos CIES denunciados por
las instituciones internacionales y en otras actuaciones que van desde las
identificaciones por perfil racial al retroceso en los derechos sanitarios,
viene a decir poco respecto a los valores humanistas y democráticos que
fundamentan la existencia política y social de la Unión Europea.
Otro grave problema,
acompañado de una indolencia institucional inexplicable, es
el crecimiento de las organizaciones racistas y neonazis así
como de sus actividades sin la debida respuesta preventiva y punitiva. La
propaganda que despliegan, especialmente el discurso de odio en Internet,
resulta muy visible y se constatan mas de 1.500 “sites” (webs, blogs, foros,
canales, redes sociales..), complementados con una presencia ostentosa y
agitadora en los fondos Ultras de los campos de futbol, pese a existir una
legislación que lo prohíbe. El discurso de odio, esa propaganda que
precede a la acción, tiene consecuencias en términos de delitos y víctimas,
que aún en nuestro país están escasamente registradas, en contraste con los
60.000 incidentes y delitos que reconoce el Reino Unido, los 10.000 que
reconoce Alemania y los 6.000 que reconoce Suecia. En España solo se reconocen
unos cientos. Las Instituciones Europeas, a través de la FRA (Agencia de
Derechos Fundamentales) insiste que el 90% de las agresiones a inmigrantes no
se denuncian, el 20 % de los subsaharianos y gitanos han sido agredidos y el
33% de los judíos han sufrido agresiones físicas y verbales (especialmente
en Europa del este), sin olvidar la estigmatización de musulmanes, homosexuales
y ataques a las personas “sin techo”. Los delitos de odio son una realidad
flagrante, criminal, que hay que neutralizar.
Movimiento contra la
Intolerancia advierte que las próximas elecciones europeas el
populismo xenófobo, la intolerancia y el odio racista pueden obtener un
resultado inquietante y reclama intervenir para reducir el rechazo a la
diversidad y proteger a inmigrantes, gitanos, homosexuales, judíos, musulmanes
y otros colectivos víctimas de la intolerancia creciente reflejada en las
encuestas. También reclama al Gobierno el cierre de webs racistas
y xenófobaspues “lo que es ilegal fuera de la red también lo es en
Internet”, la no autorización de conciertos neonazis, la
erradicación de grupos racistas en las gradas ultras del futbol y adecuar
nuestro insuficiente Código Penal a la Decisión Marco de la Unión
Europea contra el Racismo y la Xenofobia, que aún está
pendiente. Además reclama impulsar la formación de los operadores
jurídicos y fuerzas de seguridad en materia de racismo, intolerancia y
delitos de odio.