viernes, 16 de abril de 2021

Cuaderno de Análisis 73: La lucha contra el Antisemitismo y las instituciones en Europa

Europa se enfrenta, una vez más, a la realidad impactante de los crímenes de odio antisemitas, anti-musulmanes y otros crímenes xenófobos y racistas, además de un clima de intolerancia que se expande. Actos atroces, precedidos y precipitados por el discurso de odio que se extiende por Internet y las Redes Sociales, acompañados de prácticas desinformativas, bulos, fanatización y otros elementos que, incluso en contextos de pandemia y encierros, vaticinan graves problemas. La difusión de la retórica tóxica de los extremismos deviene en conductas violentas. Las amenazas contra la democracia y las perspectivas totalitarias asoman sin reparo en horizontes que no se sitúan nada lejanos.
El antisemitismo, en sentido amplio del término, hace referencia al odio y hostilidad hacia los judíos que se basa en una animadversión radicada en un rechazo, incluso existencial, que puede ser múltiple, ya sea de tipo religioso, racial, político, cultural y étnico, o de todo a la vez. En sentido profundo, el antisemitismo es una forma específica de intolerancia, de irrespeto, desprecio, rechazo y de negación, que refiere a conductas que van desde la estigmatización, segregación, discriminación, hostilidad, violencia y crímenes de odio, hasta el exterminio como evidenció el Holocausto. Se diferencia de la judeofobia o antijudaísmo, que supone un rechazo por su condición religiosa, cuya expresión más desarrollada sería el antijudaísmo cristiano e islámico. El antisemitismo puede manifestarse de muchas formas y a través de numerosas conductas, sean individuales, ataques de grupos nucleados con dicho propósito, o incluso a nivel institucional. Cuando deviene en una política de Estado su peligrosidad aumenta, y si se proyecta en el plano internacional, por ejemplo con la eliminación de los judíos o la destrucción de sus instituciones (Estado u otros), nos encontramos con una perspectiva genocida de exterminio.

Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil

 



El 16 de abril se conmemora el Día Mundial Contra la Esclavitud Infantil en recuerdo de Iqbal Masih un niño esclavizado que fue asesinado, Con tan solo cuatro años de edad, este niño pakistaní fue obligado por su padre a trabajar de sol a sol en una fábrica de alfombras para saldar la deuda de 600 rupias (9 euros) que su progenitor había adquirido por la boda de su hermano mayor. Un domingo de 1992, a sus diez años, logró escapar de la fábrica y comenzó a dedicar su vida a denunciar la situación que viven millones de niños de manera invisible. Pero un fatídico día, tras lograr el cierre de la fábrica en la que trabajó tantos años y el encarcelamiento de su dueño, fue abatido a disparos mientras se desplazaba en su bicicleta.

A pesar de su trágica y corta vida arrebatada, Iqbal Masih logró convertirse en un símbolo de lucha contra la esclavitud infantil.

El drama de la esclavitud infantil no es cosa del pasado. Hablamos de un problema real, y mucho más presente en la sociedad actual de lo que solemos pensar. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 150 millones de niños y niñas realizan trabajos forzados o tareas inadecuadas para su edad, que ponen en peligro su integridad física o emocional y les apartan de la escuela.  Situaciones que van desde el reclutamiento forzado, pasando por la trata, la explotación sexual, los niños soldados o el matrimonio forzoso. Todo esto sigue pasando en pleno siglo XXI.

¡Stop Esclavitud Infantil!