jueves, 10 de diciembre de 2015

“Nuestros derechos. Nuestras libertades. Siempre”

10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos
70 años del reconocimiento de la libertad y la igualdad en derechos y dignidad del ser humano
El 24 de octubre de 1945, a raíz de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas nació como una organización intergubernamental con el propósito de salvar a las generaciones futuras de la devastación de conflictos internacionales. Representantes de las Naciones Unidas de todas las regiones del mundo adoptaron formalmente la Declaración Universal de Derechos Humanos el día 10 de diciembre de 1948. Es el documento más universal de los derechos humanos en existencia y describe los treinta derechos fundamentales que constituyen la base para una sociedad democrática.

Este documento supuso conceptualizar a nivel universal la igualdad y el reconocimiento del valor inalienable de cualquier ser humano y la protección de su vida y de su dignidad sea cual sea su condición, libre de discriminación, desigualdad o distinción de cualquier índole. “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” (Art. 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80% de los Estados han ratificado cuatro o más de los tratados fundamentales de derechos humanos, lo que refleja el consentimiento de los Estados que crea obligaciones legales para ellos y dar expresión concreta a la universalidad.
Sin embargo, estamos en un momento clave para reafirmar el valor de de estos principios universales, no sólo por parte de los Estados, sino por parte de nuestras sociedades para continuar la lucha y conquistar esos derechos y libertades en todos los lugares del mundo.

Por este motivo, Movimiento Contra la Intolerancia mantiene su apuesta firme por la universalidad de estos Derechos Humanos, y en este compromiso es clave la “comprensión, la TOLERANCIA, y la amistad de todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos” tal como se refleja en el Art. 26 de la Carta de las Naciones Unidas.

Es fundamental que la ciudadanía se construya en base a una ética cívica universal, de tal forma que las personas se sientan seguras ante los demás y se reconozcan en cualquier parte del mundo, correspondiendo a los Estados y a las instituciones internacionales su garantía, así como a la sociedad observar su cumplimiento. Recordando siempre, que bajo esta ética cívica universal la referencia debe ser el respeto a la Dignidad Humana, y con ello el reconocimiento de sus atributos de Libertad, Igualdad, Solidaridad, Justicia y TOLERANCIA.