martes, 13 de enero de 2015

PINTADAS XENÓFOBAS E ISLAMÓFOBAS EN LA MEZQUITA DE PUERTAS DEL SUR EN JEREZ DE LA FRA.


"No saben qué es el islam"
Aparecen pintadas xenófobas en la la mezquita de Puertas del Sur y en la sede de una entidad musulmana tras los atentados de París. La Policía afirma que es un "hecho aislado".


diariodesevilla.es “No ha sido el odio, no ha sido el racismo; esto ha sido un loco”. De esta manera se pronunciaba ayer Ibrahim Allilou, el imán de la mezquita En-nor, un espacio religioso ubicado en una nave del polígono Puertas del Sur que fue objeto ayer de un acto de xenofobia al aparecer con pintadas contra el islam y contra su comunidad por los atentados de la pasada semana en París. Sin embargo, estas  no fueron las únicas ya que se hicieron otras similares, y con el mismo contenido intransigente, en la sede de una asociación musulmana, la llamada Yama’a Islámica de Al Andalus-Liga Morisca, situada en la céntrica calle Rui-López. La Policía Nacional investiga ya lo ocurrido para hallar al autor o autores de este acto xenófobo pero insiste es que estos son “hechos aislados”. En ambas instalaciones aparecieron lemas como “aquí rezan asesinos”, “ahora nos toca a nosotros” o “volved a vuestro país”. 

Los responsables de la mezquita, situada en la calle Escritor Antonio Quintero y Ramírez, se encontraron a primeras horas de la mañana con la desagradable sorpresa de ver como la fachada de la nave y la puerta habían sido pintadas con frases contra el islam y con referencias a los grupos terroristas Al Qaeda e ISIS (Estado Islámico o Daesh) así como con el lema o etiqueta que ha servido para condenar los atentados en la capital gala, ‘#jesuischarlie’. A esa hora, algunos fieles habían acudido a la nave para participar en el primer rezo de la mañana. 

Esta mezquita lleva abierta desde 1992 y nunca antes había sido objeto de un acto de estas características, tal y como explica su imán. Subrayó que, incluso, no fueron víctimas de hechos similares en otros atentados cometidos por la barbarie yihadista como el del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York o el del 11 de marzo de 2004 en Madrid. 

Al salir del rezo de media tarde, uno de los habituales de este templo señalaba a este periódico: “La gente que ha hecho esto no sabe ni lo que es el islam ni lo que es el cristianismo ni nada”. En esta mezquita, los viernes suelen congregarse en torno a unas 350 personas pertenecientes a la comunidad islámica en Jerez, que insiste que actos terroristas como el ocurrido en Francia son completamente contrarios a la filosofía del islamismo. 

La segunda sede objeto de este acto xenófobo fue otro local vinculado a la Liga Morisca, que lleva varios años sin apenas uso, según relataron algunos vecinos. A media tarde de ayer, las pintadas seguían siendo visibles en el inmueble de esta céntrica calle que hasta no hace mucho llegó a tener, incluso, okupas que fueron desalojados por orden judicial. Este medio no pudo contactar con ningún miembro de este colectivo. 

Tras esto, la Policía Nacional ha abierto una investigación para localizar a los autores de estas pintadas insultantes. Eso sí, fuentes de la comisaría incidieron en que estas son un hecho aislado  ya que en Jerez no hay precedentes de actos xenófobos de estas características ni enfrentamientos con la comunidad musulmana. 


Hoy está previsto que comparezca públicamente el imán de la mezquita jerezana junto a miembros de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía para expresar su condena por los atentados de París y cuestionar las pintadas aparecidas ayer.

La respuesta al yihadismo desborda París

1,5 millones de personas salen a la calle en París y dos millones más en otras ciudades francesas contra la barbarie terrorista

Los manifestantes portan pancartas y corean lemas de apoyo a la revista 'Charlie Hebdo' y a las 17 víctimas de esta semana

 “París es hoy la capital del mundo”, anunció por la mañana el presidente francés, François Hollande. La unidad que reclamaba a los franceses la consiguió por elevación. Como con la amplia representación de mandatarios a los que pidió su presencia en la “marcha republicana”. Acudieron la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente español, Mariano Rajoy; o los primeros ministros de Italia, Portugal, Bélgica, Grecia, o el presidente de Malí, Ibrahim Bubacar Keita.
Especial significación tuvo la presencia del primer ministro israelí,Benjamín Netanyahu, y del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Ambos fueron colocados en la primera línea del cortejo oficial. “Hoy somos todos ciudadanos franceses”, señaló el secretario de Justicia de EE UU, Eric Holder, presente también en la capital. El jefe del Gobierno español señaló: “Nadie está nunca a salvo de nada. Sería una inconsciencia decir que no hay riesgos. Ningún país puede luchar solo contra esto”. El italiano Matteo Renzi aseguró: “Saldremos vencedores de este desafío contra el terrorismo. Lo importante es la Europa de los hermanos”. “La amenaza yihadista estará con nosotros durante muchos años”, lamentó el primer ministro británico, David Cameron. El 18 de febrero habrá una cumbre antiterrorista en Washington.

Pero, además de la masiva participación, los protagonistas en la capital francesa en esta cita contra el horror han sido los supervivientes de la revista satírica Charlie Hebdo, diezmada por el ataque del miércoles con la muerte de 12 personas, y los familiares de las víctimas de ese atentado y los del ataque del viernes al Hyper Cacher de comida judía, donde cuatro personas de esta comunidad fueron asesinadas. Los asistentes a la protesta, en muchos momentos en tenso silencio, no dejaron de aplaudir sin cesar al paso de esta comitiva de duelo. O al de furgones de policías (tres asesinados esta semana).
Los homenajes de los manifestantes a Charlie Hebdo saltaban por doquier. Alguno, muy en su línea: “¿Tengo derecho a dibujar el culo de Mahoma?”, se leía en una pancarta.

Hollande se dirigió al grupo de familiares y amigos de las víctimas. Las lágrimas saltaron cuando abrazó a Patrick Pelloux, médico y miembro del equipo de la revista; a un policía de Marsella, hermano del agente asesinado en la revista, y a familiares de los cuatro judíos asesinados el viernes.
La cifra de asistentes desbordó todas las previsiones en la fiesta de la libertad y la tolerancia. “Yo soy Charlie”, “Yo soy judío”, gritos de “Charlie, Charlie” o “Yo soy poli” fueron los gritos más escuchados cuando se rompía el silencio. “Ha hecho falta lo de Charlie para sentirnos unidos. Sigamos”, escribió alguien en grandes letras en el suelo en la plaza de la República. La marcha estalló al final como una fiesta, con una charanga que avanzó hacia la plaza de la Bastilla entre banderas francesas y de países musulmanes al grito de “libertad”.
La diversidad de los mensajes reflejaba la diversidad de los manifestantes. Yawougan, de 35 años, es de origen togolés. Llegó a Francia con seis años. Su esposa, Nassera, de 31, es francoargelina. Tienen dos hijos. Los cuatro representan la Francia que este domingo inundó París. “Hemos venido con nuestros hijos porque queríamos que viviesen una lección de tolerancia”, explicó Yawougan. “Somos musulmanes pero ellos no lo son. Las balas que mataron a la gente de Charlie Hebdo atravesaron también nuestro corazón. Es importante que mis hijos estén aquí también porque somos una familia de inmigrantes y no quiero que nadie nunca pueda decirles que no son franceses. Francia somos todos”.
En Lyon, más de 200.000 personas han salido a la calle. O 100.000 en Burdeos. Y más de 40.000 en Perpignan, como en Saint-Etienne, más de 14.000 en Tarbes y unas 10.000 en Dammartin, la localidad a 40 kilómetros al norte de París donde el viernes fueron abatidos los hermanos Chérif y Said Kouachi, autores del ataque a Charlie Hebdo. Estas manifestaciones ya han sido precedidas por otras espontáneas celebradas el miércoles pasado, horas después del ataque contra la revista, o el viernes, con más de 700.000 asistentes.

Por la mañana, el ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, había anunciado “medidas excepcionales” de seguridad con la ciudad en estado máxima alerta. Francotiradores de élite, contó, se desplegaron por tejados y azoteas a lo largo del recorrido de la marcha. Las sinagogas han estado especialmente protegidas desde el sábado y el Gobierno ha anunciado que, si fuera necesario, el Ejército participará directamente en su vigilancia.
A última hora, Hollande y Valls se trasladaron a la Gran Sinagoga de París, donde asistieron con Netanyahu a una ceremonia de duelo por los asesinados. Antes de comenzar la marcha, Hollande recibió a varios dirigentes de esta comunidad. “Estamos decididos a seguir viviendo nuestro judaísmo. No cederemos ante la violencia”, comentó después Roger Cukieman, presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia.
Hollande y Netanyahu acudieron a la Gran Sinagoga de París
Antes de arrancar la manifestación de París, Hollande llamó por teléfono a Lassana Bathily, el joven de 24 años empleado de la tienda de productos judíos que se comportó heroicamente al esconder en el sótano de la misma a una quincena de personas que habían quedado atrapadas cuando a mediodía del viernes fue atacada por el yihadista Amedy Coulibaly.
La única nota discordante de la jornada la marcó, una vez más, el ultraderechista Frente Nacional, que había pedido a sus militantes manifestarse en otros lugares, pero no en París. Su fundador, el islamófobo Jean-Marie Le Pen, calificó de “payasos” a quienes protestaron en la capital. Es la otra Francia, este domingo minoritaria.