martes, 17 de marzo de 2020

Prisión para el líder del «Pilla-Pilla»


Dictado auto de prisión para el líder del «Pilla-Pilla», el grupúsculo que intentó reproducir en Cataluña la operativa homófoba de los neonazis rusos
14/03/2020

Fuente: DosManzanas.com

El juez del juzgado nº 2 Granollers ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de Mikola Zatkalnitsky, líder del «proyecto Pilla-Pilla», el infame grupo homófobo que a finales del año 2013 se dedicó a hostigar, en los alrededores de Barcelona, a homosexuales con los que contactaban a través de chats. A pesar de que fue condenado a un total de cinco años y medio de prisión por distintos delitos, ninguna de las penas individuales superaba los dos años de cárcel, por lo que su defensa solicitó que la sentencia quedara en suspenso. Sin embargo, el juez ha estimado que la persistencia del condenado en que obró debidamente puede suponer un riesgo de reincidencia, por lo que ha aceptado la solicitud de la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por varios grupos de defensa de los derechos LGTB, de que se ordenase el ingreso en prisión. El auto, no obstante, puede ser recurrido.

Mykola Zatkalnitsky fue condenado el pasado mes de diciembre a un total de cinco años y medio de prisión por tres delitos contra la integridad moral y por revelación de secretos, con los agravantes de superioridad y homofobia. Otros cinco acusados fueron condenados por los mismos delitos, aunque con penas inferiores, que oscilaban entre los nueve y los 27 meses de cárcel. La sentencia les imponía, además, el pago de una indemnización de 18.000 euros para dos de las víctimas.
Como ninguna de las penas individuales superaba los dos años de prisión, la defensa de Zatkalnitsky solicitó que no se ejecutara y se dejara en suspenso, siguiendo el criterio que rige al respecto desde 2015. La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por diversos grupos de defensa de los derechos LGTB, solicitaron, por el contrario, que se dictara auto de prisión inmediata dada la falta de arrepentimiento del condenado.

Aunque el arrepentimiento no es un requisito exigible para estimar la suspensión de la pena, el magistrado ha considerado también otras circunstancias. Según da por probado el juez, Zatkalnitsky aún mantiene que obró correctamente para «luchar contra la pederastia», su perfil es de un «extremista de tipo neonazi» de actitud sumamente violenta y gran capacidad de liderazgo, tanto sobre sus antiguos compañeros de grupo como sobre sus seguidores en las redes sociales. Todo ello le hace estimar que existe un serio riesgo de reincidencia. Por ello, ha ordenado el ingreso inmediato en prisión de Mikola Zatkalnitsky, si bien el auto puede ser recurrido.

Violencia y fanatismo hómofobos importados de Rusia

El joven de origen ucraniano Mikola Zatkalnitsky, alias «El Rusky», era el líder del «proyecto Pilla-Pilla», que fue desarticulado por los Mossos d’Esquadra a finales de 2013. Durante el periodo de su liderazgo, su actividad alcanzó gran eco en redes sociales, gracias a su supuesta finalidad «cazapederastas», aunque pronto quedó claro que no era más que un grupo homófobo creado a imitación de Occupy Pedofilyaj, una red de grupúsculos rusos responsables de numerosos episodios de violencia contra personas LGTBI especialmente activa en esa época (y con la que de hecho compartían simbología).

El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, describía en su acusación al menos tres ataques acreditados del grupo a víctimas en Granollers, todos ellos con el objetivo de «atemorizar, humillar y represaliar» a hombres homosexuales valiéndose de la «notable desproporción» de su fuerza numérica. Tras engañarla a través de las redes sociales, el grupo concertaba un encuentro con la víctima, a la que rodeaba por sorpresa para que no huyera, la retenía y la filmaba mientras la sometía a un interrogatorio humillante, con preguntas vejatorias sobre su condición sexual, que finalizaba con la coacción a la víctima para que dijera frente a una cámara que era un «pederasta». Les obligaba además a facilitar ante las cámaras su nombre completo y DNI para poder quedar libres. La mecánica era, en este sentido, calcada a la de los neonazis rusos, cuyos vídeos el propio Mikola Zatkalnitsky compartía en su perfil de VKontakte, principal red social rusa (en la que por desgracia sigue siendo posible acceder a numerosas de estas grabaciones en las que se maltrata a homosexuales).

El líder de Occupy Pedofilyaj, recordemos, era Maxim Martsinkevich, alias «Tesak», un famoso neonazi ruso que ya antes había sido el inspirador de Format 18, organización racista que pocos años antes se había hecho muy conocida por sus salvajes agresiones a ciudadanos no rusos. Martsinkevich fue condenado en 2014 a 5 años de prisión en su propio país, mientras que otros 6 integrantes de Occupy Pedofilyaj fueron condenados en 2015, también en Rusia, a entre 3 y 6 años de prisión.


Carta abierta a Ponsati y Puigdemont

    Carta abierta a Ponsati y Puigdemont sobre la muerte y el dolor de la gente que asciende “De Madrid al Cielo”

                               Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, autor de esta carta abierta dirigida a Clara Ponsatí y Carles Puigdemont.
 | 
Señora Ponsatí, y también usted, señor Puigdemont, a estas alturas ya sabrán que la asociación que represento –Movimiento contra la Intolerancia– les ha puesto una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por la presunta comisión de un delito de discurso de odio.
¿Por qué? Por su deleznable “tuit” del domingo.
Ese que usted publicó, señora Ponsatí, y que usted, señor Puigdemont, después retuiteó.
Presuponemos que sus palabras se sitúan en el tipo penal que sanciona a quienes “lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entrañen humillación, menosprecio o descrédito de alguno de los grupos a que se refiere el apartado anterior, o de una parte de los mismos, o de cualquier persona determinada por razón de su pertenencia a ellos por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad…”

USTEDES DOS SE HAN BURLADO DE MUERTE DE CIENTOS DE PERSONAS 

Burlarse por la muerte de cientos de personas, la tragedia de miles y la conmoción general, nos indigna y nos asquea a todos. Ustedes dos lo han hecho.
Se han retratado de una forma personal muy clara.
Fueron muchas las gentes que se lo reprocharon. Una auténtica avalancha. Y el asco nos alcanzó a la totalidad de las “gentes de bien”.
Usted, señora Ponsatí, tardó en disculparse.
Y fue después de conocer nuestra denuncia ante la Fiscalía General del Estado. Lo publicó este diario digital jurídico, Confilegal, a las 11 de la mañana.
Pero usted no se pronunció hasta casi las 2 de la tarde. A través de su cuenta de Twitter.
La misma vía por la que se había pronunciado un día antes y que se dio prisa en borrar cuando vio que todo el mundo, literalmente, se le echó encima.
Sus disculpas, señora Ponsatí, son insuficientes.
Y su silencio, señor Puigdemont, habla por sí mismo.
No vale con intentar parapetarse en un hilo donde empieza asegurando que tiene tres hermanas viviendo en Madrid y que su voluntad era hacer “una crítica sarcástica e indignada a la gestión de la crisis por parte del Gobierno”.
Nadie la cree, señora Ponastí. Nadie.
Se suele decir que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Usted será esclava de estas palabras hasta el final de sus días.
Todo el mundo la recordará por eso.


Clara Ponsatí interviniendo en un mitin.

RESPETO A LA DIGNIDAD DE TODOS LOS SERES HUMANOS

Para nosotros, desde Movimiento contra la Intolerancia, el respeto por la igual dignidad de todos los seres humanos constituye el fundamento de la sociedad democrática.
El desprecio a todo un pueblo, el desprecio que usted ha expresado en cuatro palabras –”De Madrid al Cielo”, cuando en Madrid habían fallecido casi doscientas personas por el coronavirus– es incompatible con el respeto a la dignidad humana.
Por lo que puede considerarse necesario “sancionar o incluso impedir todas las formas  de expresión que difundan, incitan, promuevan o justifiquen el odio basado en la intolerancia, como así lo afirman Tribunales como el Constitucional español y el europeo de Derechos Humanos.
Señora Ponsatí, usted  ha querido excusarse ante “la gente de buena fe, que se ha sentido herida” y responder “a las interpretaciones interesadas” de su tuit.
Su compañero, Puigdemont, ni siquiera lo ha hecho.
Sinceramente, no entendemos eso de la “gente de buena fe”.
Y más en un contexto donde su ironía “sarcástica” radica en que esas gentes que sufren hoy muerte y dolor a las que usted se refiere en cuanto a su ascenso “De Madrid al Cielo”, son precisamente esas gentes de buena fe a las que usted se refiere. 
Usted y el señor Puigdemont pueden criticar lo que quieran la gestión política.
Vivimos en libertad.
Pero con este “tuit” han cruzado todas las líneas rojas existentes.

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO AMPARA LA IMPUNIDAD DE LA AGRESIÓN 

Ponsati, téngalo usted claro, muy claro –y usted también, Puigdemont– : la libertad de expresión no ampara la impunidad de agresión.
La densa carga de hostilidad ubicada en esas cuatro palabras que humilla, por la vía de la vejación irónica, como mandan los cánones de los mejores aparatos de propaganda, no tiene excusa.
Y se debe sancionar. Lo creemos firmemente. No les puede salir gratis.
Sus disculpas han sonado a falsas y forzadas. A nuestro juicio, redundan en su negativa visión de la sociedad madrileña.
Disculpas que no fueron acompañadas por usted, Puigdemont, su antiguo jefe, compañero de fuga y tuiteo.
Le recuerdo, señora Ponsatí, que la Jurisprudencia constitucional ha destacado tanto el carácter preeminente que tiene el derecho a la libertad de expresión en los sistemas democráticos, como su carácter limitado cuando entra en conflicto con otros derechos o intereses constitucionales: “Como sucede, por ejemplo, con aquellas expresiones que son manifestación del discurso de odio”.
Porque, desde nuestro punto de vista, eso es lo que usted hizo.