martes, 15 de septiembre de 2020

Las Leyes de Núremberg, un recuerdo para el nunca más.

Educatolerancia

El  15 de septiembre de 1935 se promulgaron las Leyes de Núremberg. Leyes que plasmaron en un papel y en un conjunto de leyes  todo el odio racista y antisemita del nacionalsocialismo.
Creadas a petición del propio Hitler- en sólo dos días y efectivas ya al día siguiente, el 16, servían a los propósitos principales de los nazis, señalar y despojar a la personas  judías de su condición de alemanes y arrebatar sus derechos como ciudadanas.
Fue el primer paso hacia el exterminio. Las conocidas como leyes de Núremberg sirvieron como soporte legal para la discriminación y persecución de las personas judías.
Stop Racismo, Stop Antisemitismo. Nunca más.


 

¿Qué es la Democracia?

Hoy, 15 de septiembre, queremos aprovechar para que eduquemos en los valores democráticos desde la infancia, para que asuman desde pequeños y pequeñas que la Democracia la construimos todos y todas. Que no es sólo una cuestión de las personas adultas, sino que tiene  que ver con la participación diaria en los diferentes entornos en los que convivimos: vecindario, hogar, escuela, trabajo, etc. Así construiremos una sociedad fuerte, donde todos y todas aprendamos a valorar y proteger los cimientos democráticos como son la Igualdad, la Libertad, la Tolerancia, la Justicia y la Solidaridad.
 

15 septiembre. Día Internacional de la Democracia



Hoy celebramos el Día Internacional de la Democracia. La democracia es un ideal que reconoce a cada ser humano igual dignidad y las mismas libertades fundamentales: la libertad de pensamiento, de creencia, de expresión y de circulación. La democracia no es solo un ideal moral, sino también un principio político y jurídico. La democracia se organiza, se construye y se profundiza gracias a la concesión de derechos políticos que permiten participar en la elaboración conjunta de las leyes e instituciones, gracias a elecciones libres, gracias a los mecanismos de control de los poderes, gracias a una prensa libre y gracias a ciudadanos activos y participativos.

La lucha contra la  intolerancia solo puede ser democrática, es decir, en el marco de la legalidad del Estado de derecho, rechazando el uso de la violencia, defendiendo los valores democráticos de igualdad, tolerancia y los universales derechos humanos.